¿Por qué Kate Middleton prefiere conducir ella misma cuando viaja con sus hijos?
A la duquesa de Cambridge no le gusta abusar de su posición, y cuando no es necesario le gusta manejar su carro
Lo habitual es ver a los royals llegando a los eventos fijados en su agenda a bordo de coches con chófer. Sin ir más lejos, la costumbre de la duquesa de Sussex de cerrar ella misma la puerta del automóvil dio mucho de qué hablar, para bien y para mal, en su momento al tratarse de una nueva ruptura por su parte con el protocolo.
Su cuñada Kate Middleton, sin embargo, tiene por costumbre ponerse al volante de su propio vehículo siempre que se le presenta la ocasión, al igual que la reina Isabel II y su marido el príncipe Felipe, y este martes volvió a hacerlo para asistir a un partido de polo en el que jugaban tanto su marido, el príncipe Guillermo, como el hermano de este, Harry.
Esa aparición pública generó una gran expectación al tratarse de la primera que reunía a los más pequeños del núcleo duro de la familia real británica: los tres hijos de los duques de Cambridge y el primogénito de los de Sussex, Archie.
Esa casualidad sirvió para descubrir por qué Kate parece preferir conducir ella misma cuando se trata de este tipo de actos menos formales: pasadas unas cuantas horas tras su llegada, reunió a su alrededor a sus retoños y comenzó a preparar un picnic improvisado mientras sostenía en brazos al benjamín, el príncipe Luis, de 14 meses, y los dos mayores, Jorge y Carlota, esperaban sentados en el maletero, que ella convirtió en un improvisado buffet.
Entre los aperitivos que había preparado en contenedores de plástico había desde palitos de zanahoria, pimiento cortado en tiras, bizcocho y galletas; la duquesa no olvidó de empaquetar platos desechables y tazas de plástico para que los niños pudieran manejar con facilidad toda la comida. La otra ventaja de haberse llevado el coche es que, después de comer, su hijo mayor se echó una breve siesta tumbado en el interior para recargar fuerzas antes de volver a jugar de nuevo.