Abuelitos de Queens ‘vuelven a la vida’ en sus años dorados
Cientos de adultos mayores encuentran en el Comfort Adult Day Care Center, de Corona, un segundo hogar donde viven a plenitud sus días
Son las tres de la tarde. El ruido del tren 7 pasando sobre la populosa avenida Roosevelt, en Queens, parece imponerse en el ambiente, pero no lo logra. No puede porque hay un sonido que es más poderoso. De una puerta entreabierta, a la altura de la calle 100, salen ecos de risas y carcajadas que llaman la atención de los transeúntes.
Allí adentro parece otro mundo. El espacio es tan acogedor que invita a seguir: mesas de billar, juego de rana, abuelitos jugando dominó, abuelitas maquillándose en un saloncito, otras haciendo arreglos de flores y otros simplemente hablando de la vida, al compás de un buen cafecito.
Se trata del ‘Comfort Adult Day Care Center’, un centro de adultos mayores localizado en Corona, al que de lunes a viernes acuden cada día entre 60 y 100 abuelitos a pasarla bien, y que según las propias palabras de ellos mismos, les ha devuelto la vida.
“Este lugar es lo mejor que me pudo pasar. Muchas veces la gente piensa que las personas se ponen mayores y que ya no se pueden divertir y es mentira. Aquí volvimos a nacer y hasta se nos hacen realidad nuestros sueños”, comentó Amparo Toro, de 77 años, quien llegó a la Gran Manzana procedente de Medellín hace 43 años, y quien hace unos días fue una de las modelos estrella de un desfile de modas que hubo en el centro, donde las abuelitas se robaron el show. “Desde que era niña mi sueño era ser modelo de pasarela y lo vine a lograr ahora. Uno aquí vuelve a renacer, uno se siente muy bien y hasta he podido seguir con mi faceta de escritora”, dice la colombiana.
Rosa Tandazo, quien tiene 82 años, sale a flote y afirma que sitios como Comfort son indispensables en la ciudad para que los abuelitos tengan espacios de entretenimiento y no caer en tristezas o depresiones por las que suelen pasar adultos mayores una vez culminan su vida laboral.
“Yo me casé a los 16 años, y prácticamente no disfruté mucho de mi juventud, porque viví a la sombra de mi esposo. Pero cuando llegué aquí ya fue otra cosa y creo que lo importante es entender que no importan los años que uno tenga, siempre hay motivos para ser felices, divertirnos y pasarla bien. Lo importante es la actitud”, dijo la ecuatoriana, quien fue otra de las modelos del desfile de Confort, en el que todas lucieron muy coquetas y atractivas.
Josefina Cortés, quien lleva varios años acudiendo al “club”, que se fundó hace siete años, comenta con mucha gracia que “los viejos son los que creen que la edad envejece” y asegura sentirse mejor que una muchachita de 15. “Yo me la paso muy bien aquí y me encanta ser parte del desfile porque me hace más feliz y me pone retos. Hasta me puse a hacer dieta y logré bajar media libra”, contó, mientras estalla en risas, agregando que no le importa tener libritas de más, porque lo importante en la vida es “sentirse bien y disfrutar en todo momento”.
Años dorados con diversión
Y es que esa parece ser la actitud allí, y que de paso honra la frase del lugar, que reza: “Enriquece tus años dorados con diversión, conocimiento y amigos”, pues todos parecen muy entretenidos, aunque no siempre cuando llegan es así.
“Al principio muchos de ellos vienen con diferentes tipos de enfermedades y algunos llegan con depresión y con muchísima tristeza en sus ojos, por problemas en el hogar o por cualquier cosa, pero cuando entran aquí sus vidas cambian. Cuando dejan la timidez y se involucran en el día a día, con los planes de recreación, de interacción y consejería, vuelven a sentirse vivos, es volver a encontrarse consigo mismos”, asegura la coordinadora María Hiraldo, quien fue la maestra de pasarela del desfile de modas de las abuelitas. “Aquí ellos vuelven a sentirse útiles y vuelven a hacer lo que hacían, como se vio en el desfile de modas donde la alegría era rebosante. Comfort para muchos es como una luz en medio de la oscuridad”.
Diana Vásquez, directora del lugar, advierte que parte del éxito del proyecto, donde la inmensa mayoría son adultos mayores de origen latino, atendidos por un grupo de 26 personas, es el acercamiento que se hace con cada uno para poder comprender mejor sus necesidades.
“Nuestra misión es conocer personalmente a cada uno de nuestros miembros para comprender y reconocer sus necesidades individuales. Solo así podremos ofrecer actividades y servicios efectivos en un ambiente familiar, amoroso y profesional para satisfacer sus necesidades”, aseguró la ejecutiva. “Nuestro objetivo es asegurarnos de que nuestros miembros disfruten la vida al máximo”.
Y así parece entenderlo perfectamente el colombiano Édgar Arcila, quien a sus 70 años acude varias veces al lugar a dar rienda suelta a una de sus pasiones, jugar billar y de vez en cuando darse una partidita de dominó. Igual ocurre con Randolfo Cortés, quien no solo juega billar sino quien además recuerda sus días en México como artista y se echa sus buenas cantadas, entreteniendo a sus compañeros y manteniendo vivo su talento.
No se olviden de los mayores
“Nosotros ofrecemos aquí diferentes tipo de actividades, como clases de arte, pintura, manualidades, clases de inglés, clases de computadoras, ofrecemos yoga, nutrición costura, les damos el desayuno, el almuerzo y comida, tenemos hasta karaoke y también ofrecemos servicio de transporte, todo totalmente gratuito”, agrega María Hiraldo, quien aprovecha para enviar un mensaje a aquellas personas jóvenes que se olvidan de los mayores.
“Es muy duro pensar en la tercera edad y vivir esa etapa si no se cuenta con el apoyo necesario. No importa la edad que se tenga, si uno tiene las condiciones puede vivir a plenitud. Es triste ver que muchos de estos abuelitos viven solitos en cuartos, después de haber trabajado duro toda su vida y aquí tratamos de darles motivos para sonreír”, dijo la trabajadora social. “No hay edad para cumplirles sus sueños y es nuestra obligación como sociedad darle a los mayores su espacio para que se sientan útiles, para que no se sientan desechados o despreciados. De ellos se aprende mucho y es hermoso verlos sonreír y sentir que volvieron a vivir”.
Y en medio del bullicio y las risotadas de los abuelos cubanos, colombianos, peruanos, dominicanos, mexicanos y ecuatorianos que le ponen brillo al lugar, una de las abuelitas parece resumir el sentir de los integrantes de Comfort. “La edad solo es un número. Los que están viejos son los IDs. Uno debe vivir intensamente hasta que se muera”, dice la dominicana.
Cómo entrar a Comfort
- Si quieres ser parte de Comfort Adult Day Care, puedes visitar el lugar, de 8:00 am a 7:00 pm, localizado en el 100-05 de Roosevelt Avenue. O llamar al teléfono (718)-651-5700 o escribir al e-mail: comfortcareny@gmail.com