Llueve plástico
Investigadores encuentran fibras microscópicas que caen del cielo con las precipitaciones
Lejos quedaron los días en los que las mujeres juntaban agua de lluvia, para lavarse el cabello sin dañarlo. En la actualidad, el agua de lluvia llega con fibras plásticas microscópicas que viajan por el planeta a través del viento y del agua.
O al menos eso fue lo que descubrió Gregory Wetherbee, en las montañas rocallosas (Rocky Mountains) cuando analizaba el agua de lluvia. El investigador de US Geological Survey (USGS) encontró fibras microscópicas de plástico en las muestras de agua que estaba estudiando.
El hallazgo sorprendió al mismo científico que analizaba la polución de nitrógeno en el agua de lluvia, en Colorado.
Wetherbee publicó su estudio “Está lloviendo plástico”, en el que alerta a la población de la cantidad de este material que existe en el planeta, cantidad mucho mayor de lo que se creía hasta el momento. El investigador dijo que en la actualidad hay plástico en la lluvia, en la nieve, en todo tipo de precipitaciones y en el medio ambiente en general.
Wetherbee encontró dichas fibras en más del 90% de las muestras de agua que recogió a lo largo del estado, incluyendo muestras encontradas a más de dos millas de altura, en el parque nacional de las rocallosas. Las pequeñas partículas son de diferentes colores, en su mayoría azules, pero también rojas, violetas, amarillas y verdes y sólo se pueden ver con el uso de un microscopio ya que miden menos de 0.2 pulgadas de largo.
Plástico por los siglos de los siglos
Existen materiales biodegradables y orgánicos que se descomponen en el medio ambiente, como por ejemplo una manzana, y otros, como el plástico que sólo se degradan, esto es, se descomponen en microscópicas partículas que quedan esparcidas por el planeta por décadas e incluso siglos.
Los microplásticos generalmente terminan en el fondo de los océanos, ríos y lagos y también viajan largas distancias en el aire. Dichas partículas diminutas terminan en los alimentos que consumimos y en el aire que respiramos.
Según un studio reciente de la Universidad de Newcastle, los seres humanos, en la actualidad, podríamos estar tragando, sin darnos cuenta, el equivalente a una tarjeta de crédito de plástico, por semana.
No es posible determinar con exactitud de dónde provienen las partículas de plásticos, pero se estima que se desprenden de la ropa que usamos, los muebles y las alfombras del hogar, así como de botellas y envases plásticos que nunca se llegan a biodegradar. El aumento en el uso de envases de uso único, como las botellitas de agua de plástico, los platos desechables o los cubiertos plásticos, a su vez, resulta en una mayor cantidad de partículas plásticas en el medio ambiente.
Los científicos estiman que en la actualidad existen aproximadamente 5.25 mil millones de partículas plásticas en el fondo del océano y calculan que para el año 2025, dicha cantidad será el triple.
Ni el primero, ni el único
El revelador informe de Wetherbee sobre Colorado no es el primer informe que alerta al público sobre la presencia de partículas de plástico en el medio ambiente.
A comienzo de este año, otro estudio publicado en Nature Geoscience encontró microscópicas partículas de plástico en los Pirineos franceses (Pyrenees) , que aparentemente volaron por lo menos por 60 millas en la atmósfera hasta caer en las laderas de la cadena montañosa.
Para leer el reporte completo, puedes visitar https://pubs.usgs.gov/of/2019/1048/ofr20191048.pdf