Policía se acerca a ayudar a niña de 3 años pero termina haciendo con ella algo imperdonable
Cuando parecía que el guardia había llegado en su auxilio, en realidad se convirtió en la peor pesadilla para la pequeña
Gran indignación ha causado un acto cometido por un policía de Nueva Gales del Sur, en Australia, llamado Mohammed Hassan Al Bayati, el cual tuvo que rendir cuentas ante un tribunal de justicia de su país y que lo condenó a 4 años de prisión, luego de haber sido encontrado culpable de haber secuestrado a una niña de 3 años dentro de un centro comercial en el que trabajaba en Sydney para agredirla sexualmente.
De acuerdo a la información publicada por The Sydney Morning Herald, el incidente se registró el 18 de diciembre de 2016, días previos a la Navidad, por lo que el centro comercial DFO Homebush se encontraba atiborrado de personas haciendo compras de pánico de último momento.
Ese día, Al Bayati estaba laborando como guardia de seguridad del mall cuando recibió la notificación de uno de sus compañeros acerca de una niña pequeña que se encontraba sola y angustiada en el área de juegos. El policía, de 30 años, atendió el llamado y localizó a la menor; habló con ella, la esperó a que se pusiera los zapatos, la tomó de la mano y caminó con ella por un pasillo solitario y posteriormente, la llevó a una escalera de emergencia, una zona en donde no había cámaras de seguridad.
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Tras 11 minutos de haber desaparecido, el policía regresó a la pequeña al área de juegos, en donde ya se encontraban la madre de la menor y su hermana de 7 años. La mujer había dejado a sus 2 hijas en ese sitio mientras ella realizaba un par de compras. Mohammed le reclamó el que haya dejado a las niñas solas.
Ese mismo día, ya en su casa, la niña de 3 años le contó a su padre que un policía le había hecho “bum bum”. Los padres de la menor notificaron esto a las autoridades, quienes luego de realizar una investigación llegaron a la conclusión de que Al Bayati había expuesto su pene a la niña, además de tocarla de forma inapropiada.
El policía, quien es un refugiado iraquí que llegó en barco a Australia hace una década, negó todos los cargos en su contra; sin embargo, un juez determinó que era culpable de dicha acusación.