La verdad sobre los anticonceptivos y el cáncer
Según expertos, los cambios en el riesgo de cáncer asociados con la anticoncepción hormonal son mínimos.
Poco después de que la píldora anticonceptiva se aprobara por primera vez para prevenir el embarazo, en 1960 surgió la preocupación sobre si podría aumentar los riesgos de cáncer en las mujeres. Desde entonces, una cantidad considerable de investigaciones ha vinculado estas píldoras que contienen hormonas con un mayor riesgo de cáncer de seno y cáncer del cuello uterino o cervical.
Pero el significado de estos vínculos es complicado. Las investigaciones han sido observacionales, lo que significa que no ofrecen pruebas definitivas de que los anticonceptivos hormonales como la píldora causen cáncer.
Y la mayoría de los estudios se han basado en fórmulas anteriores de la píldora, que contenían dosis más altas de estrógeno y diferentes tipos de progestina (progesterona sintética) que las píldoras actuales.
Además, las mujeres ahora tienen muchas opciones anticonceptivas además de la píldora, como minipíldoras, inyecciones e implantes, anillos y parches vaginales a base de hormonas y dispositivos intrauterinos (DIU), que pueden contener progestina o ninguna hormona.
Por lo tanto, gran parte de la evidencia que relaciona el control de la natalidad con los riesgos de cáncer se basa en anticonceptivos que no son muy similares a los que hay en el mercado en este momento, dice la doctora Lisa Iversen, PhD, investigadora y epidemióloga del Instituto de Ciencias Aplicadas de la Salud de la Universidad de Aberdeen, quien es parte de un grupo de científicos que intenta llenar el vacío de conocimientos sobre ese tema.
Para confundir aún más las cosas, la investigación también ha asociado las píldoras anticonceptivas con un menor riesgo de cáncer de ovario y endometrio, y los DIU con un menor riesgo de cáncer de cuello uterino.
¿Qué podría significar todo esto para ti? Analizamos la investigación y hablamos con expertos para averiguarlo.
Lo que sabemos sobre los riesgos
Una revisión de 1996 de 54 estudios, que reunió gran parte de la investigación sobre las píldoras anticonceptivas, concluyó que los anticonceptivos orales estaban de hecho asociados con un riesgo ligeramente mayor de cáncer de seno.
La revisión, publicada en The Lancet, también encontró que el riesgo había desaparecido después de 10 años de que las mujeres dejaron de usar anticonceptivos hormonales.
Pero, ¿siguen teniendo validez estos resultados para las fórmulas actuales de la píldora u otros anticonceptivos más modernos?
Un estudio importante publicado en 2017 en el New England Journal of Medicine (NEJM) encontró que sí. Los investigadores evaluaron los datos sobre cerca de 1.8 millones de mujeres danesas y encontraron que el uso de cualquier anticonceptivo basado en hormonas, incluyendo las píldoras solo con progestina y los DIU hormonales, estaba relacionado con un mayor riesgo de cáncer de seno. Al igual que la revisión de The Lancet, este estudio también sugirió que el mayor riesgo disminuye una vez que una persona deja de usar anticonceptivos hormonales.
También, al igual que la revisión de The Lancet, el estudio encontró que el aumento en el riesgo de cáncer de seno era bastante pequeño: solo un cáncer adicional diagnosticado por cada 7,690 personas que usan anticonceptivos hormonales al año.
Cuando se trata del cáncer de cuello uterino, los estudios, principalmente en mujeres que toman píldoras anticonceptivas con estrógeno y progestina, sugieren que cualquier aumento en el riesgo también es modesto.
En una revisión de 24 estudios, publicada en 2007 en The Lancet, los investigadores estimaron que en países más desarrollados el uso de píldoras anticonceptivas en mujeres de 20 a 30 años aumenta el riesgo de cáncer de cuello uterino a los 50 años, de 3.8 en cada 1,000 a 4.5 en cada 1,000. Y al igual que con el cáncer de seno, el riesgo parece disminuir una vez que se deja de usar el anticonceptivo.
¿El control de la natalidad ayuda a prevenir el cáncer?
Según los expertos, es posible que algunas formas de control de la natalidad puedan reducir los riesgos de ciertos tipos de cáncer. El siguiente es un resumen:
Cáncer cervical. Un análisis de 16 estudios de 2017, publicado en la revista Obstetrics & Gynecology, encontró que el uso de un DIU se asociaba con una tasa más baja de cáncer de cuello uterino.
Los investigadores no saben exactamente por qué un DIU puede ayudar a proteger contra el cáncer de cuello uterino, dice Victoria Cortessis, PhD, directora de investigación en obstetricia y ginecología de la Escuela de Medicina Keck de la USC y autora principal del estudio. (Y el estudio no distinguió entre DIU hormonales y no hormonales).
Una hipótesis: Colocar un objeto extraño en el útero puede estimular el sistema inmune, dice Cortessis. Eso podría ayudar a evitar una infección por el virus del papiloma humano, que eventualmente puede provocar cáncer de cuello uterino. (Actualmente, las pruebas de detección de cáncer de cuello uterino y la vacuna contra el VPH se consideran fundamentales para prevenir el cáncer de cuello uterino).
Cáncer de ovarios. Un análisis de estudios de 2013, publicado en la revista Obstetrics and Gynecology, encontró que un caso de cáncer de ovario podría prevenirse por cada 185 mujeres que han tomado píldoras anticonceptivas durante cinco años.
Cáncer de endometrio. Un análisis publicado en The Lancet Oncology en 2015, que combinó los resultados de 36 estudios, estimó que el uso de píldoras anticonceptivas durante 10 años redujo del 2.3% al 1.3% el riesgo de desarrollar cáncer de endometrio a los 75 años.
Los DIU hormonales también están fuertemente relacionados con un menor riesgo de cáncer de endometrio. De hecho, los DIU hormonales se usan a veces como tratamiento para el cáncer de endometrio en etapa temprana, según un análisis de 2019 en Critical Reviews in Oncology / Hematology. (El anticonceptivo hormonal también se usa a veces para reducir el dolor menstrual, incluyendo el dolor causado por la endometriosis, controlar los períodos irregulares y tratar el acné).
En conclusión
El uso de la anticoncepción hormonal es sólo uno de los diferentes factores que pueden influir en los riesgos de cáncer. Otros incluyen antecedentes familiares y predisposición genética, tabaquismo, peso corporal, actividad física, consumo de alcohol y dieta.
Y es importante que recuerdes que los cambios en el riesgo de cáncer, tanto mayores como menores, asociados con la anticoncepción hormonal son mínimos.
De hecho, son tan pequeños que Sarah Horvath, MD, MSHP, ginecóloga y miembro de Darney/Landy del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, dice que no los discute rutinariamente con las mujeres cuando las ayuda a decidir sobre un método anticonceptivo.
Pero, ¿qué sucede si tú o un miembro de tu familia ha tenido cáncer de seno o de cuello uterino? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas con antecedentes familiares de cáncer de seno no necesitan evitar los métodos anticonceptivos hormonales. Tampoco las que han tenido familiares con cáncer de cuello uterino. (Pero si te preocupa, hay opciones viables de anticonceptivos no hormonales, como los condones y los DIU no hormonales).
Sin embargo, si tienes o has tenido cáncer de seno, la OMS recomienda que evites la anticoncepción hormonal. Las hormonas en estos productos pueden estimular el crecimiento de algunos tipos de cáncer de seno. La anticoncepción hormonal es una opción para las mujeres con cáncer de cuello uterino, el cual no responde a las hormonas de la manera que lo hacen algunos tipos de cáncer de seno.
En última instancia, los riesgos y beneficios del control de la natalidad relacionados con el cáncer podrían igualarse, al menos para la mayoría de las personas. Cuando los investigadores de la Universidad de Aberdeen dieron seguimiento a 46,022 mujeres del Reino Unido (la mitad usó anticonceptivos orales y la otra no, por hasta 44 años), encontraron que ambos grupos tenían índices generales de cáncer similares al final del estudio.
“Uno termina con este tipo de equilibrio neutral cuando se trata del riesgo de cáncer”, dice Iversen, la autora principal del estudio de Aberdeen. “La mayoría de las mujeres que usan anticonceptivos orales combinados no se exponen a daños por cáncer a largo plazo”.
Pero ten en cuenta que algunos otros riesgos son más importantes. Los anticonceptivos hormonales que contienen estrógeno y progestina aumentan la probabilidad de coágulos sanguíneos, derrames cerebrales y ataques cardíacos. Estos riesgos aumentan con la edad y el tabaquismo, por lo que las fumadoras mayores de 35 años no deben usarlos.
Y si tienes presión arterial alta no controlada, los expertos en salud pública dicen que las desventajas relacionadas con el corazón superan los beneficios de las píldoras anticonceptivas.