Cerremos Rikers y construyamos comunidades justas
Cómo neoyorquino de toda la vida, sé que la isla de Rikers debe cerrar lo más pronto posible. Yo mismo he sufrido encarcelamiento en Rikers, y ahora, formo parte de un movimiento liderado por personas afectadas quienes avanzamos una campaña para cerrar urgentemente las cárceles de Rikers y el Barco.
La crisis humanitaria de Rikers existe a raíz de una cultura de violencia y brutalidad que ha crecido en aislamiento, promovida y protegida por guardias que han comprobado que no pueden estar a cargo. Además de problemas culturales, las cárceles fueron diseñadas de tal manera que mucha violencia ocurre fuera de vista.
Los neoyorquinos merecemos comunidades justas y cualquier persona mientras que sea privada de la libertad, merece condiciones dignas. Rikers ha marcado nuestras vidas para siempre. Aunque han pasado años, los brutales asaltos que experimenté y las condiciones a las que fui sometido en Rikers han afectado mi salud, tanto física como mentalmente.
Debido a la abogacía de personas que hemos vivido esta crisis, la ciudad ha respondido con su propio plan para cerrar las cárceles que forman Rikers (más el Barco). Bajo el plan, Nueva York pasaría de 12 a 4 cárceles — algo que todo mundo debe apoyar. En su lugar, la ciudad construiría las cuatro instalaciones en la comunidad, donde las personas estén más cerca de sus familias, servicios, cortes y abogados.
Hasta la fecha, hemos propuesto el único plan viable para terminar esta crisis. La ciudad calcula que el plan reducirá la capacidad de aproximadamente 15,000 a no más de 4,000 personas detenidas en las cárceles propuestas — nuestro análisis indica que el número podría reducirse a menos de 3,000 en los próximos años.
La mayoría de las personas en Rikers solo están acusadas y esperan un día justo en corte. También, hay una gran cantidad de personas que han sido encarceladas porque han roto una regla técnica de libertad condicional. Otras personas tienen necesidades de salud mental o física, o necesitan tratamiento para la dependencia de drogas y deben recibir tratamiento, no la cárcel.
A largo plazo, nuestra visión reduciría el sistema policial y judicial para que la ciudad se invierta en construir comunidades justas y seguras, de acuerdo con nuestros términos de aumentar servicios de salud, el empleo y educación de alta calidad.
Como persona de origen borinqueño, sé que las comunidades latinx, e indígenas, somos en gran parte impactados, y personas de piel morena, raza negra o en parte afrodescendiente, incluyendo a las personas inmigrantes — somos aún más impactadas en cada etapa de estos sistemas. La vergüenza por ser agredidos no debería ser nuestra. La vergüenza se debe atribuir a los sistemas que han funcionado para vigilar, arrestar y desvalorizar nuestras vidas en base al racismo.
A los miembros del concejo municipal, les pido que voten sí, para permitir que la propuesta de construir cuatro instalaciones avance con nuestras condiciones. El momento de cerrar Rikers es ahora, sin retrasos. Más retrasos significarán más seres humanos traumados y expuestos a condiciones bárbaras.
-Victor Herrera es un miembro de la organización JustLeadershipUSA y líder en la campaña de #CLOSErikers, es el dueño de GAPS Solutions, Inc., que proporciona servicios legales, y sobrevivió encarcelamiento en Rikers.