Mientras despiden a José José en México, su hija Sarita envía este mensaje
"Siempre serás el amor de mi vida, no te imaginas cuánto me dolió esta despedida. He tenido días de angustia y dolor, pero también la felicidad que estás en un lugar mejor"
Ausente en las despedidas de José José en México, Sarita Sosa Salazar, su hija menor, le dedicó un mensaje, pero desde Miami, donde se hicieron las primeras ceremonias y donde quedaron la mitad de las cenizas de ‘El Príncipe de la Canción’.
A través de su cuenta de Instagram, acompañado de una foto de pequeña en donde se le ve montando a caballo junto a José José, Sarita escribió estás estrofas en rima:
“Hoy brilla una estrella allá en el firmamento, tu luz no se apagará y brillará en todo momento. Tus huellas quedarán marcadas en este bendito suelo, ahora junto con los abuelos cantas en el reino de los cielos. Ahora serás ese ángel que siempre estará conmigo, y mi corazón siempre estará contigo. Se que me cuidas y me bendices de arriba, tú nunca morirás mientras tu voz siga viva. Aún veo tu reflejo cuando me veo en el espejo, y hoy que estás tan lejos quien me dará consejos.
A tu lado aprendí a pintar mis días grises, tuvimos días duros y también días felices. Siempre serás el amor de mi vida, no te imaginas cuánto me dolió esta despedida. He tenido días de angustia y dolor, pero también la felicidad que estás en un lugar mejor. Y no voy a negar que me he llenado de temor, Pero gracias a ti aprendí a ser un gladiador. La promesa que te hice créeme que fue sincera, me preparaste papá para enfrentar el mundo afuera. Pero nunca estuve lista para el día en que te fueras, cuando olvido quien soy tu me recuerdas quien tu eras”.
Con este mensaje de amor, que podría ser perfectamente el punto final, de todo lo sucedido desde que José José falleció, será seguramente una pausa para lo que podría ser una pelea aún mayor que la que tuvieron sus hijos por su cuerpo y por dónde y cómo se enterraba.
Ahora, comenzará la guerra por la ¿herencia? Sí, entre signos de preguntas porque todo indicaría que lo único que, lamentablemente, El Príncipe de la Canción tenía a la hora de su muerte eran deudas.