Concejo Municipal aprueba controversial plan de cerrar la cárcel de Rikers Island
La propuesta incluye construir cuatro prisiones más pequeñas y hacer una inversión de $391 millones para reducir el encarcelamiento masivo
Es un hecho: el Concejo Municipal aprobó este jueves el plan para cerrar la cárcel de Rikers Island en siete años, y dar paso a la construcción de cuatro nuevos centros penitenciarios en Manhattan, Brooklyn, El Bronx y Queens.
En medio de un clima polarizante, una controversia que difícilmente tendrá pausa y con el estruendo de protestas a favor y en contra, que inclusive hacían eco en la sala de sesiones de la plenaria del Concejo, se votó la aprobación de la controversial medida con una aplastante mayoría de 36 concejales a favor y 13 en contra.
El presidente del Concejo Corey Johnson, uno de los propulsores a ultranza de la propuesta que implica una inversión por el orden de los $8 mil millones de dólares, que se traducirá en la eliminación del cuestionado complejo carcelario, la construcción de pequeñas unidades de reclusión y un plan para disminuir la población total en las cárceles, subrayó en la acalorada sesión que “hoy es un día de progreso, porque Rikers es una vergüenza para Nueva York”.
“Durante demasiado tiempo, la respuesta de esta ciudad a todos los problemas, fue meter a la gente en la cárcel. Por eso, perdimos generaciones por el encarcelamiento masivo, en su mayoría hombres jóvenes de color”, expresó Johnson.
El líder del Concejo anunció que se destinarán $391 millones en las comunidades, no solo para reformar el sistema, sino también para abordar las causas profundas del encarcelamiento.
La concejal Diana Ayala, se mostró emocionada en su derecho de palabra al recalcar que apoyó este plan, enfatizando las inversiones comunitarias en el sur de El Bronx, una comunidad que calificó como históricamente abandonada.
“Con un nuevo centro juvenil, centros comunitarios mejorados y una expansión del programa’Cure Violence’, los jóvenes de Mott Haven, tendrán acceso a recursos que ayudarán a tener vidas saludables. Agradezco al Comité Asesor del Vecindario de El Bronx, por ayudar a dar forma a este paquete”, indicó Ayala.
El proyecto aprobado por una mayoría de concejales, incluye una inversión en servicios para apoyar a las personas encarceladas que enfrentan problemas médicos y de salud mental.
“Es sospechoso el apuro”
En la otra orilla del debate, y previo a un resultado de la votación que no fue sorpresivo, el concejal Ruben Díaz no titubeó en calificar como “sospechoso el apuro de los concejales y el Alcalde en cerrar este centro penitenciario, cuando ni siquiera se tiene claro qué pasará con estos extensos terrenos”.
Díaz baraja más sospechas. Cuestionó, por ejemplo, el que los concejales que representan a Staten Island salieran a votar a favor de la controversial medida, cuando ni siquiera se tiene prevista la construcción de una cárcel en ese condado.
“No están escuchando a las comunidades de El Bronx. Quieren invertir millones de dólares en cuatro cárceles nuevas, con aires acondicionado y comodidades, cuando en las escuelas públicas los estudiantes se mueren de calor, por citar solo un ejemplo”, subrayó el concejal.
El presidente del Comité de Inmigración Carlos Menchaca, también se opuso a los términos del plan.
“Creo que este voto solo enriquece a los desarrolladores a corto plazo y deja el destino de Rikers en manos de un futuro alcalde y un futuro Concejo”, aseveró.
Menchaca advirtió que esta polémica no termina con el resultado de esta votación.
“Deberíamos seguir obligando al Alcalde a realizar inversiones reales en nuestras comunidades y a demoler las cárceles, no utilizadas ahora, pero especialmente terminar con el encarcelamiento masivo a los pobres”.
Voces a favor y en contra
Antes de la votación, en los alrededores del Concejo Municipal las voces a favor y en contra de uno de los planes más controversiales en la Gran Manzana en los últimos años, palpitaban entre consignas y argumentos.
Anastacia Tomkins, una joven activista de 25 años, inmigrante de Trinidad y Tobago, se unió a la petición de Just Leader Ship, una organización que exige el cierre inmediato de la cárcel de Rikers y que ofrece alternativas a la encarcelación.
“Muchas de las personas que están aquí protestando, vivieron en carne propia lo que significa estar prisionero en ese modelo salvaje de violencia, que además representa un capítulo discriminatorio de la justicia. Más del 85% de los que están allí son personas de color y latinos”.
Otro activista de origen afroamericano, Micky Ross de 60 años, quien vivió en “carne propia el infierno de Rikers” cuando era apenas un joven de 21 años, comentó que no se puede esperar tanto tiempo para “cerrar el horror”.
“Allí, siendo inocente, fui abusado de todas las maneras“, reseñó el residente de Harlem.
También, un grupo de partidarios de la coalición de jóvenes No nuevas cárceles en NYC, que exigen la demolición inmediara de Rikers, pero se niegan a las nuevas cárceles, protestaron en horas de la mañana al frente de la Alcaldía.
Un joven asiático se encadenó a una de las rejas perimetrales del City Hall, generando momentos de tensión que terminó, de acuerdo con voceros del grupo, con la detención de dos activistas.
El plan contempla:
- Cerrar Rikers Island en 2026.
- Construir cuatro cárceles en cuatro condados: El Bronx, Manhattan , Queens y Brooklyn.
- Reducir la población carcelaria a 3,300 reclusos.
- El plan costará $8,700 millones de dólares..