SEMA, show de autos en Las Vegas, demanda al Gobierno por no hacer su trabajo
El FAST Act, que se pasó en el 2015, permite a fabricantes de autos vender réplicas de autos clásicos
Las autoridades que regulan a la industria automotriz en los Estados Unidos son de las más estictas en el mundo, especialmente aquellas que involucran los estándares de seguridad. ¿Pero quién las regula a ellas?
La Asociación de mercado de equipos especializados (SEMA), quien cada año lleva a cabo un masivo show de autos en Las Vegas los primero días de noviembre, ha demandado formalmente a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) por no hacer su trabajo, varios medios reportaron esta semana.
¿La razón? La Administración, parte del Departamento de Transporte, no ha regularizado una nueva que se pasó en el 2015 y que permite a los fabricantes de autos vender réplicas de autos clásicos.
Bajo el “Fixing America’s Surface Transportation Act”, también conocido como FAST Act, fabricantes de autos con producción baja (de 5,000 vehículos al año o menos) pueden vender hasta 325 réplicas de un vehículo que se haya construido hace 25 años.
Dicha ley fue celebrada por los fabricantes en el 2015, esperando que las nuevas regularizaciones se implementaran a partir de diciembre del 2016. Sin embargo, hasta el día de hoy la Administración no ha actualizado dichas políticas y sigue basándose sus regularizaciones bajo el reglamento anterior.
Anteriormente, fabricar una réplica de auto clásico y venderla era imposible porque la NHTSA exigía que estas réplicas, que eran basadas en motores de hace 25 años, fueran sometidas a las más recientes regularizaciones de emisiones de carbono, lo cual era imposible lograr y contradecía el término “réplica”.
Es por eso que SEMA, quien representa a varios fabricantes de autos réplicas, se ha cansado de esperar y quiere que el gobierno obligue a la Administración a hacer su trabajo.
“SEMA ha hecho todo lo posible para trabajar en colaboración con NHTSA durante más de tres años y medio, aunque la agencia no ha tomado ninguna medida para implementar la ley de automóviles de réplica. En consecuencia, las empresas no han contratado trabajadores, las empresas han perdido dinero y se ha negado a los consumidores sus derechos para comprar automóviles de réplica,” dijo Christopher J. Kersting, presidente y CEO de SEMA, a varios medios.
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