Nace un bebé sin cara y todo apunta a que la culpa es del doctor
Desde que se conoció este casos no paran de aumentar casos de embarazos problemáticos que envuelven al mismo doctor
El pequeño bebé portugués, Rodrigo, que nació hace dos semanas sin nariz ni ojos ni parte del cráneo, ha conseguido que todo el mundo mire hace el médico que siguió el embarazo y, supuestamente, no vio las malformaciones.
También está en el punto de mira el el Colegio de Médicos de Portugal, que ignoró que este profesional tuviera más de 12 reclamaciones, de las que ocho aún se mantienen abiertas.
En ningún momento se alertó a los hospitales donde trabaja el médico colegiado. Tampoco han querido aclarar por qué no investigaron antes las denuncias.
Marlene, la madre del niño sin rostro se enteró de las malformaciones de su hijo después del nacimiento, al igual que el equipo médico que atendió el parto, pues el embarazo de la mujer no se había seguido en ese centro público.
Las tres ecografías pertinentes se habían realizado en una clínica privada, Eco Sado, por el obstetra Artur Carvalho, que asistió al parto y también se quedó sorprendido.
“Toda la responsabilidad es mía”, dijo el médico, según relata la familia.
Supuestamente, en las tres ecografías realizadas por el médico en cuestión, nunca se vio ninguna malformación, pese a que en el caso del cráneo se pueden apreciar a las 12 semanas de embarazo. Los padres solo fueron alertados de la posibilidad de alguna anomalía cuando realizaron en una clínica privada, como recuerdo, una ecografía en 5D, después de las otras. Pero, tras consultar a su obstetra Carvalho, este les tranquilizó, confirmando que no había nada irregular.
Miguel Guimarães, presidente del Colegio de Médicos, ha asegurado ante la prensa que iniciarán una investigación de forma inmediata. De las denuncia contra el médico, reconoce solo una se llegó a investigar y se cerró. En ese caso, el bebé nació con las piernas del revés. Se dictaminó que el obstetra no había cometido ninguna negligencia profesional y quedó sin sanción.
Ahora, este caso ha despertado el interés y creado una alarma social que sirve como presión para que no ocurran más casos similares.