Exquisito regalo de herencia mexicana: Todo lo que debes conocer sobre el pan de muerto

Con la llegada de cada otoño esperamos el suculento "pan de muerto" el platillo estrella de las celebraciones del Día de Muertos en México. Conoce sus orígenes y lo extraordinario de esta tradición representativa de los pueblos mexicanos

El pan de muerto es el tesoro que se le ofrece a los muertos como parte indispensable de las ofrendas de Día de Muertos.

El pan de muerto es el tesoro que se le ofrece a los muertos como parte indispensable de las ofrendas de Día de Muertos. Crédito: Agencia Reforma

El pan de muerto anuncia la llegada del fin de año y el otoño, engalana la tradicional celebración del Día de los Muertos en México festividad que se celebra el 1 y 2 de Noviembre y dependiendo la región puede extender y es una de las más maravillosas costumbres de todo el pueblo mexicano. 

El origen del pan de muerto se remonta a la época de la conquista en donde iniciaron los primeros sacrificios humanos; los españoles consideraron muy violenta esta práctica y sugirieron que se preparará un pan de trigo cubierto de azúcar roja, lo que simulaba el corazón de las doncellas, sin que tuvieran que perder la vida. También se tienen datos que en Mesoamérica se preparaba un pan de amaranto que se mezclaba con la sangre de los sacrificios y se ofrecía a los dioses; como tal estos son los primeros registros con los que se cuenta sobre este especial pan mexicano, a lo largo de los años esta receta ha evolucionado y actualmente existen en todo el país cerca de 400 versiones de pan de muerto. 

Pan de muerto. /Foto: Agencia Reforma

El pan de muerto tiene un significado particular, la parte redonda del centro simula el cráneo del difunto y las tiras delgadas que lo rodean a lo largo son imitación de los huesos y se les agrega esencia de azahar que evoca el recuerdo por los difuntos. Según la región y poblado en el que se prepare existen diferentes versiones, por ejemplo en Puebla se les agregan en la corteza semillas de ajonjolí, en Oaxaca es un pan de yema decorado con alfeñique, mientras que en la Ciudad de México se cubre en mantequilla y azúcar. También en diversos estados de la República mexicana los rellenan de quesos, mermelada o algún tipo de crema, de lo que no hay duda es que durante los meses de Octubre y Noviembre las panaderías se llenan de exquisitas y suculentas versiones.

En 2003 la Unesco declaró el Día de Muertos como Patrimonio de la Humanidad, sin duda una valiosa motivación para preservar que este tipo de festividades se sigan celebrando de generación en generación; es una de las formas más maravillosas de continuar con las tradiciones del pueblo mexicano y es una manera de celebrar la vida; uno de los aspectos más admirables de esta tradición es que reúne a las familias mexicanas para rendir tributo a sus muertos, es una manera de celebrar y honrar su vida.

Pan de muerto. /Foto: Agencia Reforma

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