Venezolano corre el Maratón de NYC en nombre de los jornaleros
Gracias al patrocinio de Caridades Católicas, Raúl Asención representará a sus compañeros trabajadores inmigrantes y además cumplirá su sueño de participar en la famosa carrera
Cuando Raúl Asención cruce este domingo la línea final del Maratón de la Ciudad de Nueva York, no solo alcanzará la misma meta que se han trazado los más de 52,000 participantes de la carrera que es el conquistar la ‘madre de todas las distancias’, sino que también cumplirá con el principal objetivo que lo ha llevado a participar en este evento, el representar a los miles de jornaleros de la Gran Manzana, que a diario trabajan muy duro para ganarse la vida.
Asención, un venezolano de 46 años y que se desempeña como obrero de la construcción en Brooklyn, correrá desde Staten Island hasta Manhattan llevando un mensaje en nombre de sus compañeros: que de la misma manera en que los inmigrantes enfrentan duras pruebas para abrirse camino en sus nuevas vidas en este país, también son capaces de conquistar un reto tan fuerte como el completar las 26.2 millas de la carrera que va desde el puente Verrazzano hasta el Central Park.
“Yo formo parte del grupo Obreros Unidos de Yonkers, y fue allí donde me surgió la idea de lograr este sueño de representar a los jornaleros en este maratón tan importante. Nosotros tenemos un gran peso en la mano de obra en este país, pero también en el deporte podemos tener un gran peso y así lo vamos a demostrar”, dijo Asención, agregando que sobre todo hará honor al nombre de su organización, “demostrando que como obreros unidos que somos, podemos lograr grandes cosas juntos, como conquistar esta carrera”.
Y para lograr su meta, el inmigrante consiguió que la organización Caridades Católicas patrocinara su participación en el maratón. Janet Hernández, una ecuatoriana que trabaja allí como organizadora comunitaria, conectó a Asención con el grupo caritativo y consiguió que se convirtiera en el único jornalero que correrá en nombre de sus compañeros.
“Él vino un día y me dijo que quería participar en el maratón y yo me quedé sorprendida”, contó Hernández, por tratarse de la primera vez que un trabajador se le acercaba con un pedido semejante y para un evento tan importante. “Le dije que iba a averiguar y a ver cómo podía hacer realidad su sueño, y así comenzó todo”.
Hernández recordó que lo que más le gustó de Raúl fue su actitud. “Me dijo que sobre todo su deseo de participar era demostrar que los inmigrantes tienen sueños y que se podían hacer realidad. Y que si participaba con Caridades Católicas, sabía que podía ayudar a más trabajadores”.
Y Raúl sabe de primera mano lo difícil que es abrirse camino en otro país, con una cultura y costumbres diferentes, y sobre todo el tener que lidiar con los procesos legales para resolver su estatus migratorio. Él emigró de Venezuela en marzo del 2018 junto a sus tres hijos, debido a la grave crisis que vive ese país, y desde entonces la familia está procesando una solicitud de asilo político aquí en Nueva York. Y mientras esperan una respuesta de sus casos, todos ya cuentan con permisos de trabajo lo que les permite laborar legalmente en este país.
“Gracias a la ayuda que Obreros Unidos de Yonkers nos dio con los costos, mis hijos y yo logramos hacer los cursos OSHA 30 y OSHA 10, y eso nos permitió conseguir trabajos más grandes, más allá de ser jornaleros, y por eso ahora estamos fijos en una construcción de un edificio en Brooklyn”, contó con agradecimiento Raúl. “En ese tiempo no teníamos dinero para pagar esos cursos que son costosos, y sin su ayuda no hubiéramos podido echar hacia delante aquí en Nueva York”.
“Era un corredor de sueños”
El venezolano aseguró que una de las cosas que más le llamó la atención cuando se mudó a Nueva York, fue el ver como muchos hispanos tienen interés en hacer deporte y es ese espíritu deportivo de los inmigrantes el que quiere resaltar con su participación en la carrera. “Hay muchos corriendo, haciendo buenos tiempos, entrenando para sus maratones y a esos hispanos que tienen ganas de hacer deporte yo también los voy a representar, y por ellos quiero hacer una buena participación en la carrera”.
“Yo más que todo era un corredor de sueños. Porque aunque en Venezuela me gustaba correr, yo solo podía soñar en grandes maratones porque allá con la situación tan complicada no se podían hacer esas carreras y no tenía tiempo ni para entrenar”, contó el ahora maratonista.
“Una vez que llegamos aquí y empecé a salir adelante con mis hijos, y que la parte económica ya estaba controlada, fue que tuve la oportunidad de empezar a pensar en hacer realidad mi sueño y comencé a ir al gimnasio y volver a correr”. Y su primera oportunidad de conquistar la dura prueba de las 26.2 millas la tuvo el pasado 20 de octubre, cuando corrió el Maratón de Yonkers el que finalizó en 4 horas y 6 minutos.
Pero este domingo, gracias a que Hernández lo conectó con Caridades Católicas, es que logrará lo que para él era casi imposible, tener un cupo en la famosa carrera de la Gran Manzana, considerada uno de los seis maratones más grandes e importantes del mundo. “Gracias a la magia de Janet Hernández se hizo la conexión para estar hoy aquí cumpliendo con mi sueño”, dijo emocionado Asención.
Gran apoyo de su familia
Y al estar a punto de hacer realidad una de sus ilusiones más grandes, el padre reconoció el gran apoyo que ha recibido de sus tres hijos, los gemelos Carlos Raúl y Raúl Alejandro, de 20 años, y el menor Raúl Enrique, de 19, con quienes trabaja en las labores de construcción y quienes lo han ayudado con el entrenamiento y hasta turnándose para hacer las labores del hogar, como cocinar la cena. Asención está divorciado de la madre de sus hijos quien no vive en Nueva York.
“La colaboración de ellos ha sido muy completa. Ellos me buscan, me esperan y siempre están a mi lado para lo que necesite cuando voy a correr”. El maratonista explicó que más allá de su compromiso con él por tratarse de su padre, la pasión de sus hijos está motivada porque ellos también son deportistas. Todos juegan al fútbol. “Los tres tienen amor por el deporte, y de allí es de donde viene la conexión con mi pasión a correr y su apoyo”, afirma.
Como anécdota, el padre cuenta que en las noches, cuando juntos preparan la cena y se sientan a la mesa a comer, no importa lo cansado que estén, siempre se toman el tiempo para discutir las estrategias del día para su entrenamiento y compartir ideas y opiniones que, aunque tengan puntos de vista diferentes, siempre terminan con una conclusión favorable para el maratonista.
“Mis hermanos y yo le hemos aconsejado más que todo sobre cómo controlar la respiración. Con una respiración adecuada, dependiendo del ritmo que lleve, podrá avanzar kilómetro tras kilómetro sin fatigarse y por ende llegar más lejos”, dijo Carlos Raúl, uno de los gemelos.
“Sin el apoyo de ellos no podría hacer esto. Y aunque los padres siempre dicen que están orgullosos de sus hijos, yo estoy orgulloso de ellos por partida doble, porque además de apoyarme en el trabajo, ahora lo hacen con el maratón y eso a mí me llena de gran satisfacción”, concluyó el padre, quien sabe que si logra la meta que se propuso de completar el maratón este domingo en 3 horas con 55 minutos, se lo deberá en parte a sus tres ‘chamos’.
También corre por sus dos amores: Venezuela y Yaritza
Además de llevar sobre sus hombros, o mejor dicho, sobre sus piernas, el peso de la responsabilidad de alcanzar la meta en nombre de los jornaleros y resaltar así el duro trabajo que a diario realizan para sobrevivir en este país, Raúl tiene otros dos objetivos en mente con la realización del maratón: primero llevar un mensaje de paz para su tierra, Venezuela, y en segundo superar la fuerte prueba como un ejemplo del gran amor por su novia, Yaritza Zerpa, quien sigue en su país.
“Al igual que se me ha cumplido el sueño de correr este maratón, tengo otro gran sueño que es ver a mi país libre. La tiranía que hay en Venezuela es terrible. Es casi una situación de guerra, técnicamente, y ni con estas palabras te lo puedo describir, porque hay que vivirlo allá para saberlo, es una situación muy grave”, dijo Asención sobre la que ocurre en su país.
El caraqueño agregó que en el año y medio que tienen viviendo aquí, sabe que la situación de sus familiares ha empeorado y cada vez es más terrible. “Hay gente pasando mucha necesidad y el Gobierno pareciera que se alegra por las cosas que están pasando. Y por eso es que en mi parte personal, el correr el maratón también será por ver a mi país libre de esa situación y demostrarle al mundo que los venezolanos están hechos de buena madera”.
Y sobre su novia Yaritza, Asención dijo que con ella tiene otro sueño que piensa alcanzar pronto, el poder casarse, luego que tuvieran que suspender su boda por tener que salir de Venezuela debido a la crítica situación. “Voy a correr y durante todas esas largas horas estaré pensando en ella, porque ella siempre sabe que durante las carreras es mi fortaleza. Ella sabe que yo la amo y yo sé que cuento con su apoyo”.
Maratón de NYC en cifras:
- 52,000 participantes aproximadamente.
- 129 países representados.
- 39,490 puestos en la carrera disponibles para corredores que tenían un método de entrada garantizado.
- 10,510 que lograron entrar gracias al sorteo de cupos realizado en febrero.
- 10,000 aproximadamente corren representando a un grupo caritativo.
- 400 grupos caritativos participaron el año pasado.
- $40 millones se recaudaron para estos grupos caritativos en la carrera del 2018.
Para donar por Raúl:
- Para hacer donaciones a Caridades Católicas en apoyo a la participación de Raúl Asencion visite la página: https://www.catholiccharitiesnyvolunteer.org/raul_asencion_donation