Joven para toda la vida

Hábitos simples para recuperar la energía y olvidar la edad

Los clichés nacen de verdades universales, que de tanto repetirse se convierten en lugar común. Uno de los clichés más ciertos y citados es el que nos recuerda que “la vida pasa en un suspiro”.

Los años pasan mientras trabajamos, nos ocupamos de la familia y hacemos planes para el futuro. Cuando somos jóvenes creemos que nada puede detenernos. Sentimos que no existe un obstáculo que no podamos enfrentar o que pueda desviar nuestro camino. Y mientras planeamos el futuro, un día despertamos y descubrimos que hasta salir de la cama se convirtió en una odisea.

Si bien es imposible detener los cumpleaños, las canas o las arrugas, sí es posible sentirnos jóvenes, con energía y ganas de vivir otros 100 años más.

Cada vez más, médicos y científicos llegan a la conclusión de que el ejercicio, la buena nutrición y la salud, no sólo física, sino también intelectual y emocional agregan años y calidad a nuestras vidas.

A continuación, compartimos algunas ideas simples y efectivas que puedes incorporar en tu vida para sentirte bien.

  • Salud física. Uno de los pilares de una vida sana es el ejercicio físico. Las actividades aeróbicas, como por ejemplo caminar, correr, bailar o nadar, entre otras, ayudan al sistema cardiovascular mejorando la circulación de la sangre. Expertos también recomiendan ejercicios de fuerza, como por ejemplo los que se realizan en aparatos del gimnasio o con pesas libres, para desarrollar y fortalecer los músculos. Otro tipo de ejercicio beneficial para la salud es el yoga. Elige la actividad que más te guste, o trata de alternar diferentes tipos de ejercicios, para no perder la motivación.
    El ejercicio también aumenta la confianza en ti mismo y produce endorfinas que te hacen sentir bien. Haz del ejercicio un hábito regular, tan importante como lavarte los dientes o bañarte todos y cada día.
  • Salud intelectual. Con los años, nos vamos acostumbrando a la rutina y menos cosas nos asombran o motivan. Pero para sentirse joven es fundamental mantener el cerebro activo. Considera tomar una clase en el colegio comunitario de tu barrio, adoptar un “hobby”, aprender un idioma o tomar lecciones de piano u otro instrumento musical. Considera visitar museos o ir a conciertos con tus amigos. Viajar y romper la rutina también te harán sentirte renovado. Recuerda que nunca es tarde para aprender y ampliar tus horizontes.
  • Salud emocional. Entre los sentimientos que afectan negativamente nuestra salud emocional y nuestra energía están la culpa y el arrepentimiento. Llega un momento en la vida en que debes aprender a perdonarte a ti mismo y dejar de obsesionarte por el pasado, las frustraciones o los sueños que no llegaste a alcanzar. Trata de enfocarte en el momento presente y elige nuevos sueños a seguir.
  • Salud social. No te aísles y busca oportunidades para establecer nuevas relaciones. Según Yale Medical Group, la interacción social es especialmente importante entre personas de la tercera edad. Estudios encontraron que aquellas personas con amistades cercanas y relaciones sociales tienden a vivir más años que aquellos que viven aislados.
    Evita las personas negativas, que siempre se están quejando o en el rol de víctimas, personas que te critican y te tiran abajo.
    Considera ofrecerte como mentor o como voluntario en una organización cuya causa se alinee con tus intereses y valores.
Recomiendan un mínimo de 150 minutos semanales de actividad aeróbica.

Recomendaciones

La Organización Mundial de la Salud (World Health Organization), agencia de salud de las Naciones Unidas, publicó una guía de niveles de actividad física para personas de 18 a 64 años de edad.

La agencia internacional describe como actividad física a aquellas tareas realizadas ya sea durante el tiempo libre, como caminar, bailar, nadar, escalar o tender el jardín, o como las realizadas durante las horas de trabajo, limpiando la casa, caminando, o yendo en bicicleta, entre otras. Estas actividades mejoran la salud muscular, cardiovascular y ósea y reducen la depresión.

Los adultos de entre 18 y 64 años de edad necesitan un mínimo de 150 minutos por semana de actividad aeróbica moderada y por lo menos 75 minutos semanales de actividad aeróbica vigorosa o el equivalente a una combinación de ambas. Los 150 minutos semanales pueden acumularse de distintas maneras, siempre y cuando se realicen en sesiones de por lo menos 10 minutos de duración. Por ejemplo, puedes realizar 30 minutos de actividad aeróbica moderada, cinco veces por semana y así acumular los 150.

Las actividades para fortalecer los músculos deben realizarse por lo menos dos veces por semana.

Estas son recomendaciones generales y obviamente varían de individuo a individuo. Siempre se recomienda consultar con un médico antes de embarcarse en actividades físicas vigorosas.

La actividad física:

  • Reduce las probabilidades de enfermedades cardiacas, alta presión del tipo 2, síndrome metabólico, cáncer de colon y de pecho y depresión.
  • Reduce las probabilidades de fracturas vertebrales o de cadera.
  • Las personas físicamente activas mantienen su peso y tienen una masa corporal más sana. A la vez, muestran mejores niveles cardivasculares y musculares.

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