Trump mete a Argentina y Brasil en su guerra comercial
El castigo sorprende porque los gobiernos de Jair Bolsonaro y Mauricio Macri pretendieron ser amigos de Trump
WASHINGTON — El presidente Donald Trump sorprendió este lunes con la reimposición de aranceles al acero de Argentina y Brasil, dos países aliados, en un nuevo latigazo en el recrudecimiento de su guerra comercial internacional.
“Brasil y Argentina han aplicado una devaluación masiva de sus monedas, lo cual no es bueno para nuestros agricultores”, indicó el presidente en mensajes en su cuenta Twitter.
“Por lo tanto, efectivo inmediatamente – añadió- restauraré los aranceles sobre todas las importaciones de acero y aluminio enviadas a Estados Unidos desde estos países”.
…..Reserve should likewise act so that countries, of which there are many, no longer take advantage of our strong dollar by further devaluing their currencies. This makes it very hard for our manufactures & farmers to fairly export their goods. Lower Rates & Loosen – Fed!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 2, 2019
Los dos países suramericanos habían sido exentos por parte del presidente estadounidenses de los gravámenes al acero del 25% y al aluminio del 10% que impuso a sus principales socios comerciales en mayo de 2018, tras lograr cesiones de las autoridades de ambos países.
Entonces, el Gobierno de Argentina anunció que impondría límites a sus exportaciones de aluminio y acero al país; y días después, el Ejecutivo brasileño aceptó un acuerdo de cuotas bajo el cual admitió un arancel del 10 % sobre el aluminio y límites a sus ventas de acero.
Poco antes de embarcar rumbo a Londres, donde participará en la cumbre de la OTAN esta semana, Trump subrayó esta lunes que si bien había dado “un descanso” a Argentina y Brasil, ahora había decidido restaurar los aranceles porque “sus acciones son muy injustas con los manufactureros y granjeros” del país.
La decisión ha pillado desprevenidos a los mercados e inversores, ya que el foco de la guerra comercial desatada por Trump estaba centrado en las negociaciones con China.
La perplejidad era evidente tanto en Brasil como en Argentina, considerados dos aliados cercanos a Trump ya que tanto el presidente Jair Bolsonaro como Mauricio Macri se jactaban de su buena conexión personal con el mandatario estadounidense.
Bolsonaro afirmó este lunes que hará uso del “canal abierto” que mantiene con Trump para discutir la decisión de retomar los aranceles cobrados sobre la importación de acero y aluminio brasileños.
Una prueba de lo inesperado del anuncio de Trump es que, precisamente, la pasada semana estuvo en Washington el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, para reunirse con funcionarios y donde destacó la buena sintonía con Washington al insistir en las conversaciones en marcha para un posible acuerdo de libre comercio bilateral.
En Argentina, el titular de Trabajo, Dante Sica, se reunió con el canciller Jorge Faurie -ambos funcionarios del Ejecutivo de Macri, que el próximo 10 de diciembre cederá el poder al peronista Alberto Fernández- para tratar una decisión que calificaron de “inesperada” y que, afirmaron, se tomó sin “ninguna señal” a los Gobiernos argentino y brasileño ni al sector privado.
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La economista e investigadora del centro de estudios Peterson Institute, Monica DeBolle, advirtió que la estrategia de Trump parece estar dirigida sin nombrarla a China, donde Argentina y Brasil habían ganado cuota de mercado, especialmente de soja, por los aranceles a los productos estadounidenses.
“Trump podría estar utilizando esto como medida de presión para que Brasil y Argentina reduzcan las exportaciones a China a expensas de los productores estadounidenses. Y eso podría ser un gran problema para esos dos países”, subrayó DeBolle en su cuenta de Twitter.
Por ello, agregó que “si se está preocupado por la creciente influencia de China en América Latina imponer aranceles es en el mejor de los casos contraproducente”.