¿Por qué es importante aplicar lo antes posible por la ciudadanía?
USCIS complica el camino para obtener beneficios migratorios
El aumento de la tarifa para aplicar a la ciudadanía aumentará a $1,170 dólares en las próximas semanas, no hay una fecha exacta, pero podría ser a finales de diciembre o comienzos de enero, lo que complicaría a miles de inmigrantes la posibilidad de naturalizarse, sobre todo porque el ajuste también contempla retirar la opción de exención de pago.
Aunado a ello, a partir del 2 diciembre, el proceso que dispensa el pago se ha complicado, pues la oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), redujo a dos opciones a los inmigrantes para demostrar que no pueden cubrir el costo actual al presentar el Formulario N-400 de $725 dólares: $640 para la solicitud y $85 dólares para la fotografía y huellas dactilares.
“Antes, si un Residente Permanente recibía Medicaid o apoyos de comida, ellos podrían entregar una carta de la agencia (estatal) para aplicar por la exención de pago”, explicó Chloe Moore, coordinadora de Naturalización de Servicios Católicos de Migración (CMS, por sus siglas en inglés). Ahora los portadores de “green card” deben entregar reportes de impuestos o mostrar el nivel de ingresos. “El problema es que mucha gente no llena formularios de retorno de impuestos, por diversas razones, porque no trabajan, porque no tienen ingresos suficientes”.
Moore dice que se recomienda a los inmigrantes a llenar sus reportes de impuestos, sin importar su nivel de ingresos o si no trabajan, a fin de tener una prueba aceptable de que no pueden cubrir el costo del trámite.
Rosa es consciente de que la situación se complica para obtener protecciones migratorias, por ello esta mexicana que llegó hace 22 años a los Estados Unidos decidió completar un proceso iniciado hace varios años, cuando obtuvo la Residencia Permanente con ayuda de su esposo, quien también es portador de “green card”.
“Es importante… te da mayor seguridad y puedes votar”, reconoce la estilista que comenzó a trabajar en Nueva York en una pizzería, luego en un salón de belleza, hasta que logró iniciar su propio negocio, pero una enfermedad de la tiroides la obligó a abandonar ese proyecto. “Estaba muy estresada y me enfermé… tuve que dejarlo”.
A pesar de ese vuelco, Rosa no quitó el dedo del renglón sobre mejorar sus condiciones migratorias en el país, principalmente por sus hijos de 14 y 20 años. Ella se sorprende sobre historias de personas que pueden arreglar sus papeles, obtener la “green card”, pero no lo hacen, ya sea por ignorancia o desidia.
“No le ponen atención a los beneficios que tenemos (con los papeles)… Gente que conozco y tiene todo no le interesa aplicar”, lamenta. “Tienen esa pespectiva en su mente, que no lo van a necesitar, creo que es eso… no están informados, es increíble, pero no sabe ni que existen ayudas ni que podemos tenemos mayores oportunidades aquí”.
Rosa es una de las inmigrantes que CMS y Abogados de Nueva York para el Interés Publico (New York Lawyers for the Public Interest/NYLPI, en inglés) ayudan con el proceso de naturalización. Su camino comenzó cuando personal de LaGuardia Community College le ofreció asistencia con uno de sus programas para obtener la ciudadanía.
“Llegó una persona del programa para ofrecernos su ayuda (en la comunidad en Queens), me dieron una cita y de ahí me volvieron a contactar”, narra la mexicana, quien reconoce que a veces los inmigrantes pueden sentirse intimidados por las preguntas de los abogados, ya que se cuestionan detalles sobre su vida en los EEUU, a fin de determinar si el caso es viable o puede complicarse. “(El abogado) me hizo preguntas personales, información que necesita saber… me ayudaron dos personas, el asistente legal y una traductora… Me sentí muy cómoda, la gente es muy amable”.
Al menos 20 abogados pro bono y traductores ayudaron este 7 de diciembre a inmigrantes de México, Ecuador, Perú, Haití, Turquía, Jamaica, Guyana, Gabón, Irlanda y El Salvador a llenar correctamente su solicitud de ciudadanía y a encontrar posibles problemas que pudieran enfrentar, como las complicaciones por pasado criminal, falta de reportes de impuestos, juicios en cortes civiles pendientes y hasta multas viales.
Los asesores legales que ayudaron a los 30 inmigrantes son de las firmas que participaron son Cleary Gottlieb Steen & Hamilton LLP; Fried, Frank, Harris, Shriver & Jacobson LLP, y voluntarios de Goldman Sachs. Hasta ahora, los talleresn han permitido apoyar a más de 770 personas en la naturalización.
La suma de apoyos
Rosa avanza en su proceso migratorio con la asistencia de instituciones como las mencionadas cuyos programas permiten capacitar a los inmigrantes para integrarse al trabajo, la vida comunitaria y a naturalizarse.
“Tenemos las clases de la ciudadanía… (los participantes) terminan el proceso listos para enviar su aplicación para obtener la ciudadanía”, explica Nery Manrique, coordinadora del programa Centro de Educación y Entrenamiento para Inmigrantes de LaGuardia Community College. “Vienen con poco nivel de inglés, pero los preparamos para que puedan pasar el examen”.
La experta señala que hay cuatro programas a su cargo que ayudan a los inmigrantes a obtener mayor capacitación, mejorar sus inglés y a integrarse a la comunidad, más allá de sus redes de amistad y familiares.
“Tenemos la filosofía de dar la bienvenida a todos, sin importar su estatus migratorio… la comunidad es la más diversa de los Estados Unidos, aquí se hablan 150 idiomas”, reconoce Manrique, quien apunta que a ninguna persona se le cuestiona por su estatus migratorio.
Manrique señala que el principal problema que enfrenta son los recursos financieros, ya que a pesar de recibir fondos de la Ciudad de Nueva York, estatales y federales, al final son insuficientes para atender la demanda, que lo obligó a crear una lista de espera que ya suma dos años.
Agrega que avanzan con sus objetivo colaborando con otras organizaciones, a donde se puede reorientar a las personas dependiendo sus necesidades, pero en ocasiones les tocará esperar.
Con la ayuda de Servicios Católicos de Migración, LaGuardia Community College ha podido ofrecer la opción para aplicar por ciudadanía a sus estudiantes, pero también tienen convenios con museos, librerías y otras instituciones. Los beneficios con invaluables.
“Los padres se sientan más empoderados con el inglés y sus hijos puedan mejorar sus vidas”, apunta Manrique.