Retraso de 3 años en entrega de nuevos vagones del Subway afecta a usuarios
Una auditoría de la Contraloría revela serias fallas en el cumplimiento del contrato de $600 millones para la construcción de los trenes
Los trenes del Subway están sufriendo de grandes retrasos, pero no se trata de los típicos que se registran cuando viajan entre una estación y otra, sino de una demora de hasta 3 años en el cumplimiento de la fecha de entrega de los nuevos vagones por parte de la empresa Bombardier Transit Corporation, por los cuales la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) pagaría $600 millones de dólares.
Así lo demostraron los resultados de una auditoría, presentados este lunes por el contralor municipal Scott Stringer, que además de revelar el incumplimiento en la fecha de entrega de unos 300 nuevos vagones, también demuestran que los trenes que ya han sido entregados cuentan con defectos y mal funcionamiento, y los principales afectados con estas fallas son los usuarios del Subway.
Stringer destacó al presentar la auditoría que Bombardier no logró producir un trabajo aceptable, cumplir con las metas del proyecto y corregir defectos estructurales críticos de manera oportuna, lo que resultó en un retraso de tres años para que los nuevos trenes comenzaran a funcionar.
“A los contribuyentes que pagan la factura del contrato de $600 millones de dólares de la MTA con Bombardier se les prometieron vagones nuevos y de última generación para ayudar a modernizar el sistema de tránsito obsoleto y deteriorado de la ciudad. En cambio, los viajeros están lidiando con más demoras y más averías en el metro, mientras esperamos los trenes que tienen tres años de retraso en las fechas de entrega”, indicó el Contralor.
Datos de la auditoría muestran que la empresa constantemente falló en cumplir los términos del contrato de siete años, y a su vez la MTA también falló en no supervisar adecuadamente que estos términos se cumplieran, y el garantizar el buen desempeño y la puntualidad de Bombardier en cumplir con lo acordado, así como tampoco completó las evaluaciones contractuales anuales requeridas para responsabilizar a esa empresa.
“Esta auditoría revela que la mala gestión de arriba a abajo por parte de la MTA para manejar el contrato con Bombardier, desde los plazos incumplidos hasta la mala soldadura o el mal diseño, le costó a los neoyorquinos hasta $35 millones en el mantenimiento de los trenes viejos y averiados que siguen en los rieles mucho después de su fecha de vencimiento”, explicó Stringer. El funcionario agregó que al revelar estar fallas, “estamos urgiendo a la MTA ejercer una mayor supervisión y tener más responsabilidad en hacer que se cumplan estos contratos críticos. Los neoyorquinos están pagando por un sistema de metro del siglo XXI y no se merecen menos”.
La Contraloría explicó que en el 2012 la MTA acordó un contrato de $599 millones con Bombardier para el diseño, producción y entrega de 300 vagones de metro R179. El contrato exigía que esa compañía entregara 10 prototipos de trenes a la MTA en enero de 2015 y 300 vagones en enero de 2017. Bombardier incumplió ambos plazos y en enero de 2017 había entregado solo 18 de esos 300 vagones que el contrato exigía. Hasta la fecha de esta auditoría, la entrega aún está incompleta y ya van 35 meses de retraso del cronograma original de entrega acordado en el contrato.
Además, la auditoría demuestra que aunque la MTA y Bombardier renegociaron las fechas límites de entrega, y que la compañía hizo una reducción de $1.27 millones en los pagos que recibiría y que acordó entregar 18 vagones adicionales sin costo alguno, Bombardier nuevamente no cumplió con esa fecha límite extendida de enero de 2019, entregando solo 162 trenes. Hasta diciembre de 2019, casi tres años después de la fecha original de finalización del proyecto, la MTA informó que se han entregado 298 de los 318 vagones que se acordaron, de los cuales 278 están en servicio.
Fallas encontradas por la auditoría:
- Cumplimiento deficiente durante la etapa de diseño.
- Retrasos derivados de problemas de soldadura.
- Supervisión inadecuada de los proveedores y subcontratistas extranjeros que fabricaron los chasis, componentes estructurales críticos debajo de los vagones que sostienen y mantienen las ruedas, motores y otros equipos mecánicos en su lugar.
- Retrasos resultantes de las continuas fallas en hacer las pruebas de calidad.
- Incluso después de que los trenes R179 se entregaron y pusieron en funcionamiento, tuvieron que retirarse del servicio en al menos tres ocasiones diferentes a partir de 2018 debido a problemas con las puertas y las válvulas de freno de emergencia de los conductores.
- Además, la MTA detuvo dos veces las entregas, en agosto de 2018 y enero de 2019, cuando más de ocho trenes, que constaban de cuatro o cinco vagones de metro R179, no estaban disponibles para el servicio debido a varios problemas con puertas, sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
- Según los términos del contrato, Bombardier debía presentar a la MTA todos los procedimientos de soldadura antes de la producción. Bombardier se negó continuamente a obedecer los requisitos claros del contrato, citando un deseo de proteger la información confidencial, durante casi dos años.