Pelosi podría “dejar en el limbo” a Trump al retrasar su juicio político
Los demócratas presionan para que se llame a cuatro testigos clave
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-California) podría dejar al presidente Donald Trump en una especie de “limbo político”, al retrasar la petición de juicio político al Senado y provocar mayor presión a los republicanos durante las elecciones el 2020.
El senador demócrata Charles Schummer (Nueva York) dijo que está “en la misma página” que su correligionaria en la Cámara, bajo el argumento de que el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell (Kentucky) no aseguraría un juicio justo.
El miércoles en la noche, a pocos minutos de haber aprobado el proceso contra el mandatario, Pelosi se mostró firme, pero este jueves por la mañana su tono se redujo a otorgar un voto de confianza a lograr un acuerdo con los republicanos para seguir un proceso sin favorecer al presidente Trump.
“Nos gustaría ver un proceso justo, pero veremos lo que tienen, y estaremos listos para lo que sea”, dijo Pelosi este jueves. “Lo siguiente para nosotros será cuando veamos el proceso que se establece en el Senado”.
Los líderes de la mayoría, McConnel, y de la minoría, Schumer, se reunieron para comenzar a delinear la ruta del juicio político que, de avanzar positivamente, podría comenzar la primera semana de enero.
Schumer adelantó, sin embargo, que la postura de su bancada está en sintonía con la representada por Pelosi en la Cámara.
“Estamos en la misma página, y lo que dijo la portavoz Pelosi en su conferencia de prensa, caracteriza exactamente mi punto de vista”, dijo Schumer en conferencia de prensa.
El presidente del Comité Judicial de la Cámara, Jerry Nadler (Nueva York), consideró que en caso de haber un retraso en la entrega de petición, ésta no podría ser “eterna”, aunque reconoce que se presentarían “a su debido tiempo”.
Los demócratas, en voz de Schumer, presionan para que se llame a cuatro testigos clave para el proceso: el jefe de Gabinete interino, Mick Mulvaney; el exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton; el asesor principal del jefe de Gabinete interino, Robert Blair, y el oficial de la Oficina de Administración y Presupuesto, Michael Duffey.
“Su plan para evitar que los representantes de la Cámara llamen a testigos para probar su caso es una acción extrema”, consideró Schumer sobre las intenciones de McConnell. “Nunca ha habido un juicio de juicio político presidencial en el que la mayoría impidió que los representantes de la Cámara presentaran su caso de manera justa… ¿Será el Líder McConnell que, rompiendo este precedente, oriente su caucus para hacer de este el primer juicio de destitución de un presidente en el Senado que no se escuchó a los testigos?”
Algunos republicanos consideran que Pelosi busca retrasar la petición al Senado porque tiene un “caso endeble”.
“Probablemente hagas algo así cuando sientas que tienes un caso débil. Para mí es una táctica, dijo el senador Mike Braun (Indiana).
Pelosi debe remitir la H. RES. 755 al Senado, que integran los dos artículos por los que se acusa al presidente: abuso de poder y obstrucción al Congreso.
“Resolución de que Donald John Trump, presidente de los Estados Unidos, es enjuiciado por altos crímenes y delitos menores y que los siguiente artículos de enjuciamiento serán exhibidos al Senado de los Estados Unidos”, comienza el documento.
Ahí se detallan los motivos: la petición del mandatario a su homólogo en Ucrania, Volodymyr Zelensky, para investigar al exvicepresidente Joe Biden y a su hijo Hunter, a cambio de recibir $391 millones de dólares en ayuda militar. También habría pedido afirmar que fue ese país y no Rusia el que intervino en las elecciones de 2016.
Después de una reunión con McConnel, Schummer aseguró que dejó clara la postura de su partido sobre los testigos y la necesidad de documentos oficiales de varias dependencias, como el Departamento de Estado.
“El senador Schumer dejó en claro al senador McConnell que los testigos y los documentos son necesarios para garantizar un juicio justo en el Senado”, dijo Justin Goodman, portavoz del demócrata, quien agregó que pasado el periodo vacacional McConnell deberá dar una respuesta para continuar el proceso.
El abogado defensor
El presidente Trump dijo a periodistas en la Casa Blanca que su abogado principal en la defensa de juicio por destitución sería Pat Cipollone, quien ha mantenido contacto con la Cámara sobre testigos y avisó que el mandatario no se defendería en aquel proceso ante el Comité Judicial.
“Parece que sí”, dijo sobre Cipollone. “Tenemos un par que vamos a poner, pero Pat ha sido fantástico como abogado de la Casa Blanca”.
El mandatario consideró que lo hecho por la Cámara es “inconstitucional”, pero no dio explicaciones sobre esos señalamientos.
“Creemos que lo que hicieron está mal. Creemos que lo que hicieron fue inconstitucional y el Senado es muy, muy capaz. Tenemos grandes senadores, senadores republicanos”, confió.
El mandatario ha estado muy activo en Twitter, compartiendo opiniones en contra de su proceso, además de un meme que afirma que los demócratas “no van por él”, sino “por ti”, en referencia a los votantes. En la Oficina Oval dijo no sentir que esté en proceso de destitución.
“No siento que me estén enjuiciando, porque es un engaño, es una fraude. Es algo horrible lo que hicieron”, dijo.
Los pasos a seguir
La Constitución establece que el Senado debe funcionar como “corte” para celebrar el juicio: los senadores serán jurados, los legisladores de la Cámara serán fiscales conocidos como “gerentes” o “representantes” y el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, será quien presida, no el presidente de ese recinto, el republicano McConnell.
Los senadores deben votar públicamente y, para aprobarlo, deben sumar dos tercios para acordar si condenan al presidente y, por lo tanto, destituirlo de su cargo.
McConnell ya había adelantado que, al ser mayoría republicana, es imposible que el presidente Trump sea destituido.
No hay mucha claridad sobre las reglas, por lo que se estima que para organizarlo se deberá tomar la experiencia del proceso contra Bill Clinton, en 1998.