Juego y apuestas, la adicción escondida
El estado hará el año que viene un estudio para verificar el alcance de estas dependencias
James Maney fue absolutamente sincero en sus palabras de agradecimiento a los legisladores el miércoles por ser el segundo (y último) de los testigos en una audiencia en Albany. En otras ocasiones el director de New York City Council on Problem Gambling ha sido uno de una larga lista de personas que ha tomado la palabra pero en esa ocasión, tuvo la oportunidad de hablar con tiempo y pasión de la adicción al juego y las apuestas.
“Es una adicción escondida”, explicó a los legisladores a los que les dijo que solo estamos empezando a tener una idea del problema que podría afectar al 3% o 4% de la población del estado, si las cifras son consistentes con las de otros estados y otros estudios que se han hecho en el pasado.
El estado de Nueva York a través de la Oficina de Servicios y Apoyo a la Adicción (OASAS) va a hacer en 2020 un estudio para determinar hasta dónde llega un problema que se suele resolver en terapias privadas (por lo que no se tienen buenos datos) o se desconoce.
En los centros de apoyo se han dado curso a apenas 418 casos pero la labor es muy inicial y Maney piensa que crecerá la tarea de ayudar a más personas. Desde OASAS se ha activado una red, según dijo su directora Arlene González-Sánchez el miércoles en su testimonio, de personal de ayuda con 120 expertos (frente a los 12 que había) que van a llegar a una mayor diversidad de comunidades y se hará campaña en español también.
Este experto lleva trabajando en la lucha contra este problema desde abril de 1996 y dice que a diferencia de otras dependencias, la del juego se promociona.
“Hay campañas de loterías, apuestas de rascar, todos los anuncios de las radios de deportes son para jugar, estamos inundados”, afirmaba. Este experto lamentaba también que ni siquiera sabemos lo que la tecnología está haciendo con los niños pero explicó con preocupación que hay muchos juegos que tienen incluido el concepto de apuesta para pasar a los siguientes niveles.
En el New York City Council on Problem Gambling se está haciendo énfasis en social media en este problema que normaliza el concepto de la apuesta para los menores para que los padres presten atención a ello.
“Tenemos que educar ya, en las escuelas, en los centros de secundarias”, explicaba. Maney lamentó que haya millones de dólares en promocionar una actividad que genera adicciones que se convierten en problema o patologías y que desde el Gobierno estatal apenas se haya podido hacer una campaña de poco más de un millón de dólares para sensibilizar a la población e informar sobre tratamientos.
Sus ideas pasan porque los anuncios que promocionen el juego sean como los de los medicamentos, advirtiendo de los efectos secundarios que tiene el enganche a estas actividades. “Puede perder su dinero, su casa, su trabajo, su salud…tenemos que decirle a la gente lo que puede pasar”.
Otra de las ideas es que de cada campaña de publicidad se fuerce a donar un 10% para que haya una contracampaña. “Necesitamos más señales de alerta”.
El director de esta organización dijo que todas las personas son vulnerables a esta adicción y en particular la que genera la lotería, pero dijo que él prestaría más atención a los jóvenes y adolescentes, a las mujeres que están empezando a ir a los casinos y a los mayores a los que traen y llevan a los centros de juego y lo ven como un momento de socializar.