La maravillosa historia de la Rosca de Reyes y una práctica receta casera

El inicio de año trae consigo una de las más increíbles tradiciones y es que cada 6 de enero se celebra la llegada de los Reyes Magos comiendo un poco de la irresistible e inigualable Rosca de Reyes. Esta celebración se ha vuelto un clásico en países hispanohablantes, principalmente en México y en países europeos como son Francia y Portugal. Su origen se registra en Europa y como sucede con las celebraciones de Navidad durante el mes de diciembre, tiene una inspiración profundamente religiosa. 

Se trata de un rito pagano que fue cristianizado posteriormente, ya que desde épocas muy antiguas las civilizaciones de todo el mundo como son los persas, los fenicios, los egipcios, los sirios, los griegos, los romanos, los mexicanos, los peruanos, los hindués y otros pueblos celebraban la llegada de un dios solar durante la semana del 20 al 25 de diciembre, es decir la fecha del solsticio de invierno. Con este motivo de celebración en el Imperio Romano se inició con la elaboración de unos panes redondos hechos con nueces, dátiles e higos, un dato curioso e interesante es que en cada pan se escondía un haba y se tenía la costumbre de la persona que la encontrará en su trozo de pan, se le daba la fortuna de ser nombrado rey por un día. 

Posteriormente, años más tarde la Iglesia Católica se encargó de cristianizar dichas festividades paganas, en las que la rosca simbolizaba un pasaje bíblico conocido como Epifanía, en el que los Reyes Magos se encontraron con el niño Dios. Muchos años después la tradición de la merienda de Reyes fue llevada a España por Felipe V, quien se encargó de extenderla en Francia; derivado de esto la tradición de partir la Rosca de Reyes y también fue la primera vez que se cubrió el pan con frutas escarchadas y se escondió un pequeño muñeco de porcelana en su interior, lo que se interpretaba como una representación lúdica del episodio de la huída de José y María para esconder a Jesús para evitar que cayera en las manos de Herodes.

También se tiene conocimiento que cada 6 de enero los judíos comían pan ácimo, en el cual escondían un muñeco de barro; posteriormente los primeros cristianos cambiaron ese pan por una rosca que se elaboraba con harina blanca, levadura, se endulzaba con miel y se adornaba con frutos del desierto. 

La tradición de la Rosca de Reyes llegó a tierras mexicas cerca del siglo XVII y llegó como parte de una costumbre española que actualmente sigue vigente y de hecho es una fiesta muy apreciada en la que se da un intercambio de regalos y se celebra con un generoso roscón de reyes. En México es una fiesta de gran relevancia en la cual se acostumbra que la persona que saque el muñequito invita los tamales en el día de la Candelaria el 2 de febrero, fecha que enmarca el fin de las celebraciones navideñas. Todo buen mexicano siempre acompaña la rosca con un buen champurrado, atole o chocolate caliente.

Según las creencias cristianas la Rosca de Reyes tiene una forma ovalada que representa el amor que se le profesa a Dios. Cierra con broche de oro la temporada navideña con esta magnífica receta de Rosca de Reyes casera.

Receta casera de Rosca de Reyes

Ingredientes:

• 600 gramos de harina
• 200 gramos de mantequilla
• 150 gramos de azúcar
• 7 yemas de huevo
• 3 huevos completos
• 2 cucharadas de agua de azahar
• 1/2 cucharadita de sal
• 25 gramos de levadura fresca o húmeda
• 1 huevo para barnizar
• Azúcar para decorar
• Fruta cristalizada: higos, naranjas y tiras de ate de membrillo o guayaba
• 1 muñeco

Para la costra de azúcar:

• 320 gramos de harina
• 200 gramos de manteca
• 200 gramos de azúcar glass

Modo de elaboración:

1. Diluye la levadura y dos cucharadas de harina en medio vaso de agua tibia para hacer la base del fermento.Colocar el recipiente en un lugar cálido y permite que la mezcla duplique su volumen. *Es normal que la mezcla libere un olor amargo.
2. Forma un círculo con la harina y en el centro coloca el azúcar, las yemas y los 3 huevos completos, la mantequilla, el agua de azahar, la sal, además de la base de fermento.
3. Amasa la mezcla por varios minutos, una y otra vez, hasta que esté lisa, brillante y deje de pegarse en la superficie.
4. Nuevamente deja reposar la masa y colócala en un recipiente ligeramente engrasado, cubre con un trapo limpio y reposa en un lugar cálido hasta que obtenga el doble de su tamaño.
5. Vuelve a amasar y forma con las manos la rosca, coloca sobre una charola para hornear e introducir el muñeco.
6. Hacer la costra de azúcar: mezcla todos los ingredientes hasta formar una pasta.
7. Deja reposar la charola en un sitio caliente. Cuando aumente de tamaño (otra vez el doble) barniza con huevo batido y adornar con fruta seca y la corteza de azúcar
8. Hornea durante 20 minutos en una charola amplia, esto es importante ya que el pan crece durante la cocción.
9. Disfruta con un chocolate o atole bien caliente.