Hablar con un acento muy marcado podría hacer que tengas un menor salario
Ellos no suelen tener empleos lucrativos en donde se requiere que tengan contacto cara a cara con colegas o clientes
Una personas con un acento fuerte podría ganar hasta $8,000 dólares menos al año. Crédito: Chronomarchie | Pixabay
No sólo tu educación, experiencia, habilidades y recomendaciones podrían afectar el sueldo que te pague una empresa, pues en un nuevo estudio se descubrió que el acento también tendría una gran influencia.
Y es que en la investigación salió a relucir que los trabajadores alemanes con acentos regionales muy distintivos ganaban aproximadamente un 20% menos al año, en comparación con los empleados que tenían un acento estándar, según reportó el New York Post.
En general, los trabajadores alemanes sin un acento marcado ganaron €17.62 euros por hora en 2016, mientras que los que tenían un acento fuerte se embolsaron solamente €13.94 euros la hora.
Si convertimos estos salarios a dólares y lo ajustamos a la inflación de 2019, el trabajador sin acento ganaría más de $39,500 dólares al año trabajando 40 horas a la semana y con 14 días de descanso, mientras que el empleado con acento marcado ganaría sólo $31,300 dólares en las mismas condiciones, según datos de ABC 14 News.
Prejuicios del habla
Como en cualquier parte del mundo, en Alemania hay muchos acentos y la gente se hace suposiciones sobre las personas que tienen dichos acentos.
Los trabajadores con acentos más fuertes tienden a no tener empleos más lucrativos en donde se requiere que tengan mucho contacto cara a cara con colegas o clientes.
Aunque aún no se sabe por qué pasa esto, una teoría es que tener un acento fuerte podría distraer a los otros miembros del equipo y hasta ser motivo de risa, lo que complicaría el trabajo en conjunto.
El asunto es que las personas que interactúan más con sus compañeros de trabajo, suelen ser más productivas y, en consecuencia, a tener mejores sueldos.
Los resultados de este estudio evidencian que las personas suelen hacer evaluaciones superficiales sobre otra gente. Y es que los individuos suelen hacer juicios de valor en cuestión de segundos sobre lo demás. Por ejemplo, pueden suponer que un hombre o mujer es rico o pobre basándose únicamente en su vestimenta.
Además, investigaciones anteriores han implicado que otras cuestiones, como el peso de una persona, también podrían influir en el salario que le ofrecerán.
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