Mucho trabajo, poco alivio para los latinos
El bajo desempleo no ha mejorado los ingresos y los trabajos por tareas (gig) ayudan a llegar a fin de mes
En enero se crearon 225,000 nuevos empleos en EEUU y la tasa de desempleo se quedó en el 3.6%. Lleva 23 meses seguidos por debajo del 4% y eso es un récord. En el caso de los latinos está ligeramente por encima, un 4.3% de ellos no tienen ocupación y la buscan. Ya son 22 meses seguidos por debajo del 5%. Es también un récord en las estadísticas disponibles que datan de los años setenta.
Hay trabajo pero no por ello un gran alivio.
Al 76% de los latinos les supone un esfuerzo (para unos más intenso que para otros) pagar todas las facturas del mes. Es lo que han dicho en una encuesta hecha para un estudio de UnidosUS (el antiguo Consejo Nacional de La Raza).
“El desempleo está en un momento históricamente bajo pero incluso aunque los latinos están desempeñando trabajos extra para llegar a fin de mes, aún se encuentran en situaciones complicadas”, explica Eric Rodríguez, vicepresidente de UnidosUS. Solo el 23% de los encuestados dicen que pueden cubrir un gasto inesperado de $400 sin tener que recurrir a más trabajo, usar una tarjeta de crédito o tomar un préstamo.
“Mes tras mes los informes de empleo nos muestran tasas más bajas de desempleo entre los latinos, pero claramente la historia es incompleta”, dice Rodríguez. “Necesitamos soluciones prácticas que ayuden a los trabajadores a llegar a fin de mes sin necesidad de trabajar 80 horas a la semana o correr el riesgo de que la próxima emergencia represente una crisis financiera familiar”, demanda.
El hecho es que pese a la fuerte recuperación laboral desde la Gran Recesión y el hecho de que se viva en la mayor expansión económica de la historia, los salarios en general no se han apreciado y se han profundizado las desigualdades económicas. En los últimos 12 meses y según el informe de empleo presentado el viernes por el Gobierno, los salarios han crecido a un ritmo del 3.1%. Es una subida muy ligera sobre todo teniendo en cuenta el bajo desempleo. Debería haber más capacidad de negociación y la oferta laboral debería ser más competitiva por el lado de los salarios pero para sorpresa de los economistas, no está ocurriendo.
Una vez que se descuenta el efecto de las subidas de los precios –2.3% en 2019– sobre el poder de compra de esos salarios, la mejora de los salarios se queda en décimas porcentuales. Las familias de bajos ingresos en muchas ciudades y estados han visto como los salarios mínimos se han apreciado en los últimos años pero siguen estando muy por debajo de la productividad y no tienen el poder de compra de finales de los sesenta.
Así las cosas, y como dice Rodríguez los latinos tienen que trabajar más horas. Por ello el 41% de los que no llegan a fin de mes recurren a los trabajos por tareas (gig economy) dirigidos por una App. Ya sea manejando un carro o llevando comida a domicilio, entre otras actividades. De ellos, seis de cada 10 trabajan para empresas como Uber o Postmates a pesar de tener empleos a tiempo completo.
Aunque estos latinos lo primero que valoran de la gig economy es la flexibilidad para trabajar lo cierto es que según la encuesta el resto de los factores que les llevan a estos trabajos son en su mayoría de índole económica. El 23% necesita añadir ingresos a los que tiene por un trabajo a tiempo completo, otro 23% dice que también para pagar un gasto inesperado y un 22% para cubrir gastos antes de que llegue el próximo paycheck.
“Hay algo que no está funcionando cuando un buen número de personas están teniendo que trabajar en varios trabajos por tareas (gig) y aún así tener problemas para llegar”, lamenta Rodríguez.
Trabajos de mala calidad
En EEUU hay más personas sirviendo comidas y cafés que ensamblando carros o aires acondicionados. El sector servicios ha crecido en las últimas décadas pero no los salarios de todos los trabajos. Es más según un estudio publicado por Brookings Institutions el 44% de todos los trabajadores apenas ganan lo suficiente para mantenerse. Sus salarios medianos son de $10.22 por hora.
Se trata del 53% de los trabajadores.
Hace unos meses un grupo de investigadores de distintas organizaciones lanzaron el índice de calidad laboral (JQI en sus siglas en inglés) en el que el salario es la piedra angular del cálculo. Una lectura de 100 significa que hay equilibrio en la distribución por debajo significa que hay más empleos de baja calidad. Trazado a lo largo del tiempo la evidencia muestra una fuerte erosión con algunos picos. En enero es de 82.68.