Juez ordena cambios al regañar a la Patrulla Fronteriza por las infames “hieleras”
La orden establece que los inmigrantes no deberán ser detenidos por más de 48 horas
Un juez federal en Arizona emitió un fallo a favor de un grupo de inmigrantes que demandó a la Patrulla Fronteriza por las condiciones inhumanas y antihigiénicas en las que fueron encerrados durante mucho tiempo al concluir este miércoles el juicio.
La demanda interpuesta en 2015 argumentó que la Patrulla Frontetiza en el sector de Tucson mantenía a los inmigrantes en instalaciones extremadamente frías, hacinadas, insalubres e inhumanas.
Por años los inmigrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza han denunciado esas condiciones y por lo cual las infames instalaciones empezaron a ser conocidas como “hieleras”.
El fallo del juez David C. Bury establece de forma permanente una orden judicial emitida en 2016 que obliga a la autoridad a proporcionar colchonetas y cobijas limpias a quienes sean detenidos por más de 12 horas, así como permitirles asearse.
También prohíbe a la Patrulla Fronteriza detener por más de 48 horas a los inmigrantes que han sido procesados, ya que las retenciones prolongados son una práctica común cuando la Oficina para el Control de Inmigración y Aduanas (ICE) no los deporta o no los traslada a sus cárceles.
El año pasado, el tiempo promedio que cada inmigrante estuvo detenido por la Patrulla Fronteriza en el sector de Tucson fue de 54 horas.
Duermen en el baño
La orden judicial recalca que los baños no pueden ser utilizados para dormir, como se reveló durante el juicio con la presentación de un video en el que aparece un hombre que camina en dirección hacia el baño, quien paso a paso evita pisar a quienes duermen en el suelo, pero al llegar no puede usarlo porque está lleno de detenidos que ahí duermen.
En su dictamen, el juez Bury señaló que las autoridades de inmigración en el sector de Tucson están administrando un sistema de detención que no cumple con las condiciones de confinamiento que satisfaga las necesidades humanas básicas.
Y regañó a la Patrulla Fronteriza por no tomar acción para remediar los problemas, especialmente en cuanto al hacinamiento y a proporcionar espacio y ambiente adecuado para dormir.
“Nadie ha hecho nada”, recalcó el juez. “La falta de respuesta obliga a una orden judicial”.
A pesar de los testimonios en el juicio que evidenciaron las condiciones inhumanas, los abogados del gobierno federal dijeron que los demandantes no probaron que la Patrulla Fronteriza violó algún derecho constitucional y justificaron el hacinamiento al señalar que las instalaciones fueron diseñadas para estancias cortas y para adultos.