Exmiembro de Latin Kings pasó 25 años en prisión por crimen que no cometió; ahora presenta demanda por $100 millones de dólares
“Yo nunca le hice nada a Lenny, más bien traté de ayudarlo”, indicó Christian Pacheco en una entrevista con Telemundo
Un hispano liberado recientemente luego de pasar unos 25 años encarcelado en Nueva York por un crimen que no cometió encabeza una millonaria demanda contra las autoridades por los daños sufridos injustamente en ese periodo.
“Yo nunca le hice nada a Lenny, más bien traté de ayudarlo”, indicó el hispano en una entrevista con Telemundo.
Pacheco, que ha pasado la mayor parte de su vida en Rikers Island, fue convicto erróneamente en el 1995 cuando tenía 19 años.
Al entrevistado se le acusó de matar a Lemuel “Lenny” Cruz en medio de una trifulca en el bar Con Sabor Latino Lounge de Sunset Park, Brooklyn.
En la audiencia hace dos semanas, en la que fue declarado libre, el fiscal asistente de distrito, Mark Hale, le indicó al juez del caso que “no era, de hecho, el Sr. Pacheco quien agredió al Sr. Cruz con un cortador de cajas en la garganta”.
Aunque Pachecho era en ese entonces un miembro de la pandilla Latin Kings y se encontraba en el lugar con otros integrantes del grupo criminal, una revisión de la prueba arrojó que el caso fue “incuestionablemente parcializado” en su contra.
La pelea que llevó a las acusaciones contra el hispano inició cuando un sujeto que bailaba con la novia de Pacheco lo golpeó en la pista de baile. En respuesta, otros miembros de la pandilla la emprendieron contra Cruz.
Un solo testigo, un vigilante del lugar, había identificado al hombre como el asesino, pero las autoridades corroboraron, posteriormente, que su testimonio era falso.
Melvin García terminó admitiendo los hechos en el 2004.
Pacheco mostró las heridas que presuntamente le hicieron en la espalda mientras intentaba rescatar al hombre por el que posteriormente lo acusaron de matar.
Derek Sells, el abogado de Pachecho, dijo que la libertad de su cliente viene acompañada de una demanda de $100 millones de dólares por los daños físicos y emocionales que sufrió debido la condena injusta.
“No poder estar ahí con mi hijo, mis hermanos, mi madre…los tiempos que yo perdí nunca van a regresar”, sostuvo el entrevistado.