Coaliciones de NY señalan que táctica policial ‘Stop and Frisk’ toma más aire con base de datos de pandilleros
NYPD niega tajantemente que la cuestionada táctica de prevención policial esté de vuelta, con fuerza, en la Gran Manzana.
El neoyorquino de origen dominicano, Vidal Guzmán, cuando era un adolescente de 13 años, en una esquina de Harlem conoció cara a cara los efectos de la táctica “stop and frisk” (Pare y revise) del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD). Hoy 11 años más tarde, cuando surge un debate sobre el nuevo aire que supuestamente toma esta práctica en la Gran Manzana, no duda en sentenciar: ahora es peor, los policías tienen más tecnología para perseguir y criminalizar a los pobres.
Vidal, cuenta que se encontraba en una esquina de su vecindario, con tres amigos, y en esa época eso era solo suficiente para que miembros de la Uniformada los revisaran y los sometieran a humillaciones.
“Ahora siguen parando y revisando, pero si le sumas la base de datos de NYPD, todo es más agresivo. Cuando pasa algo en una cuadra, van a buscar directamente a muchachos, que casi siempre no tienen nada que ver. Ellos lo tienen en listas, que surgen de perfiles en redes sociales, por ejemplo”, dijo el joven que después de formar parte de la pandilla Bloods, ahora es organizador comunitario JLUSA, una coalición que batalla por reducir la población carcelaria.
La opinión de Vidal, está en el centro de una discusión que tomó fuerza en la ciudad de Nueva York, cuando el pasado mes de noviembre, el (hasta este martes) aspirante presidencial Michael Bloomberg, pidió perdón a los neoyorquinos por los excesos que significó la cuestionada política de prevención criminal, durante su gestión como Alcalde.
Durante su campaña y en los dos debates en los cuales ha participado por la nominación demócrata, los fantasmas de esta práctica, sigue persiguiendo al multimillonario en sus intenciones de llegar a la Casa Blanca.
¿Un nuevo aire?
Y al parecer el mismo “pecado” de Bloomberg, también empieza generar algunas sombras en la administración actual de la ciudad.
En las últimas semanas, el actual Alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, también estuvo en el sillón de los acusados, a la luz de algunas estadísticas que señalan que “stop-and-frisk”, no ha terminado, y de acuerdo a algunas cifras, tuvo un nuevo aire durante 2019.
Según argumentó la organización ‘The Legal Aid Society’, las personas pertenecientes a las minorías, específicamente los latinos y afroamericanos, continuaron siendo los principales blancos de la cuestionada práctica policial, representando el 90% del total de casos de detenciones.
En 2019, se registraron 2,451 casos más de ‘stop-and-frisk’, que los contabilizados en el 2018, lo que representa un alza del 22%.
Del total de paradas, el 65% no resultó en un arresto, ni en otorgamiento de una citación.
“Estos datos confirman lo que escuchamos de nuestros clientes a diario, a pesar de los fallos judiciales que determinaron que esas prácticas de la Ciudad eran ilegales e inconstitucionales, la agresiva implementación del ‘stop-and-frisk’ ha regresado a la ciudad de Nueva York”, aseguró a medios locales Corey Stoughton, abogada de litigios especiales en The Legal Aid Society.
“Una nueva mezcla diábolica”
Por su parte, el joven activista de JLUSA, asegura que más allá de las estadísticas, es testigo cercano de cómo en los vecindarios pobres, la práctica policial actual tiende a criminalizar de una manera severa a las minorías.
“NYPD tiene en su base de datos a muchachos de manera injusta, simplemente por ser vecino de pandilleros o haber hablado con alguno de ellos por casualidad, los meten en el mismo grupo. Ante cualquier situación, le dan trato de criminal. Ahora es peor, hay paradas igual, pero combinada con la base de datos es una mezcla diabólica”, sostiene Vidal.
Aunque organizaciones en las últimas semanas han referido, con persistencia, el oxígeno que tomó en los últimos meses esta ilegal táctica de prevención criminal, el mismo mandatario local, Bill de Blasio ponderó que “no solo nos deshicimos del uso interrumpido de parar y registrar, sino que también hay 150,000 arrestos menos en 2018 que cinco años antes”
De Blasio, en medio de la tormenta que significó para el candidato presidencial demócrata, haber reconocido que respaldó un plan policial calificado como “discriminatorio”, argumentó que su gestión ha sido “la antítesis de lo que vimos con Mike Bloomberg y Ray Kelly, donde los jóvenes se vieron constantemente ofendidos por la policía de Nueva York, ya sea inocente o no”.
“Los números no son reales”
Existe la certeza en las organizaciones que defienden los derechos civiles, que el número de detenciones policiales ha disminuido drásticamente desde un pico de más de 685,000 en 2011, pero existe la sospecha que el cuerpo policial no está documentando todas ellas. Las coaliciones temen que exista un subregistro.
Asi lo interpreta, Christopher Dunn, director legal de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, quien califica a los números “sospechosamente bajos”, especialmente porque que en todo este periodo de tiempo se han sumado 22,000 nuevos efectivos a la Uniformada, que tienen más probabilidades de realizar paradas.
“Cuando se observa la historia de la interrupción de la actividad en la policía de Nueva York, a pesar de que han llegado muy por debajo de los máximos de los años de Bloomberg, estos números no son creíbles”, precisó.
Organizaciones como The Legal Aid Society han subido el tono a la críticas en contra la Administración de Blasio, quien hizo campaña con la promesa de poner fin al método policial de detener y registrar.
NYPD: es falso que hay más “paradas”
La detective Anette Shelton de NYPD precisó a El Diario que “la vigilancia policial constitucional y sin prejuicios es fundamental para generar confianza en la comunidad y mantener la ciudad aún más segura, y que cada parada se realiza de manera constitucional, sino que se registra y documenta”.
La vocera de la Uniformada negó tajantemente que se esté registrando un aumento en las paradas, sino que por el contrario hay disponibilidad de informes más precisos y completos.
“Hemos mejorado las métricas de auditoría y cumplimiento, así como también la capacitación para abordar los procedimientos policiales y hacer los informes adecuados. El resultado es una mejor comprensión de un área legal muy compleja, la corrección de malentendidos comunes y una mejor presentación de reportes oficiales”, explicó Shelton.
El Departamento Policial argumenta, que el uso de cámaras corporales por parte de los funcionarios es un gran cambio en la vigilancia en la ciudad de Nueva York, ya que brindan la capacidad mejorada de revisar específicamente las quejas sobre la acción de los efectivos.
La vocera policial también destacó el entrenamiento permanente que en los últimos años han recibido más de 31,000 efectivos, con el enfoque de prohibir utilizar la raza u otros factores en la decisión de interrogar o detener a un individuo.
“Nuestros esfuerzos están produciendo resultados, las quejas procesadas en asuntos internos han disminuido, en las paradas asociadas con el perfil racial. Los datos, desde 2006 hasta 2019, muestran un descenso significativo de estos casos”, reseñó Shelton.
Los datos de la Junta de Revisión de Quejas Civiles (CCRB) desde 2006 hasta 2018 muestran que las quejas que tienen al menos una denuncia de “stop-and-frisk” alcanzaron su punto máximo en 2007 con el 34% del número total de quejas y disminuyeron al 18% del total, en 2018.
En números
- 13,459 “paradas” fueron reportadas en 2019
- 11,008 operativos individuales de este tipo de registraron oficialmente en 2018, lo que significó la primera alza anual registrada desde el 2013.
- 685,000 casos se totalizaron en el 2011, lo que es considerado como el año con más acciones policiales de este tipo.
- 2002 fue el inicio de la era Bloomberg en NYC , lo cual coincidió con una expansión dramática en la aplicación de parar y registrar, de acuerdo con la Unión de Libertades Civiles.
- 90% de los revisados y detenidos en estos operativos pertenecían a comunidades afroamericanas e hispanas, de acuerdo con datos oficiales. La tendencia sigue siendo la misma.
- 5,081,689 personas fueron paradas y registradas durante la administración Bloomberg.