La Fed rebaja a cero las tasas de interés
La Autoridad Monetaria vuelve a la política de estímulo usada durante la Gran Recesión
En el año del coronavirus, la Reserva Federal ha vuelto a 2008, el año de la Gran Recesión.
La autoridad monetaria rebajó el domingo por la tarde las tasas de interés hasta dejarlas en 0%-0.25%. Estaban en 1%-1.25% después de la última rebaja operada el 3 de marzo y la inyección de capital en el mercado de bonos la semana pasada por valor de $1.5 billones de dólares para asegurar la liquidez del crucial sistema financiero.
Es un movimiento que, como el anterior llega antes de la reunión oficial de la Fed esta semana y da idea de la urgencia con la que se toman medidas de contención. Donald Trump ha estado ejerciendo una fuerte presión, inusual en un jefe del Ejecutivo, para que la Fed tome esta determinación. En la rueda de prensa que a continuación protagoniza el presidente del Gobierno dijo que congratulaba a la Fed por este movimiento.
Además de esta rebaja la Fed ha puesto en marcha una operación de estímulo cuantitativo, valorada en $700,000 millones de igual diseño de la que se precisó durante la Gran Recesión para asegurarse de que el dinero sigue fluyendo. Se trata de asegurar el mercado de bonos con $500,0000 millones y el de deuda hipotecaria titulizada (MBS) con otros $200,000 millones.
Al movimiento de la Fed se suman los bancos centrales de todo el mundo, el Bank of Canada, el Bank of England, el Bank of Japan, el European Central Bank, y el Swiss National Bank para asegurar la liquidez.
Son movimientos históricos en momentos igualmente destinados a ser recordados. Y tienen que venir acompañados de medidas fiscales que ayuden a sostener una economía que va apagándose a medida que empresas y trabajadores entran en cuarentena para detener el avance del coronavirus. Esta no es una crisis del crédito como la de 2008 pero las autoridades quieren que no lo acabe siendo ya que estas son crisis más difíciles de superar.
Greg McBride analista jefe de Bankrate explicaba que “estos tiempos desesperados piden medidas desesperadas y la Fed lo ha hecho para mantener funcionando al mercado de crédito y prevenir que este se seque y lleve a la economía global al borde de una depresión como casi ocurrió en 2008″.
“Reducir la tasa de interés a quienes toman préstamos será ligeramente menos pesado para quienes tienen deudas pero será muy inusual que de lugar a un aumento de los créditos ya que los consumidores y las empresas están preparándose para un a rebaja de la actividad económica”, explicaba McBride.
El arsenal que está exhibiendo la Fed tiene que venir acompañado de medidas fiscales que de momento se centran en un proyecto de ley aprobado el sábado por la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata. Se trata del Family First Act que ha sido negociado por la líder de esta cámara con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Esta ley se centra en financiar los test del coronavirus, ayudas a los desempleados, fondos para alimento y financiación de la licencia pagada por enfermedad.
El paquete inicial que se presentó era más generoso y amplio pero muchas de las medidas se han quedado atrás por la negociación con el Tesoro.Ahora el Senado tiene que aprobar esta ley que no es una reforma en profundidad del sistema social porque estos días pagados solo lo serían por el coronavirus.
El hecho es que esta garantía de licencia por enfermedad pagada, cuando se apruebe, llegará a pocas familias.
Para empezar no es obligatoria para los empleados que trabajen en empresas que son grandes multinacionales y cotizan en los índices principales de Bolsa porque no se aplica a quienes tengan plantillas de más de 500 empleados. Se elimina así a los grandes empleadores del país. Es decir, el 55% de los empleados aproximadamente.
Más aún, la ley permite que empresas con menos de 50 empleados que estén experimentando problemas puedan estar exentas de esta obligatoriedad.
Se calcula así que no más del 20% de los empleados estén cubiertos por esta ampliación de la red social.
En un comunicado desde el Tesoro Mnuchin explicó que las empresas pueden usar el capital depositado en el IRS para pagar estos salarios y que se harán avances de capital a los pequeños negocios que no dispongan de lo suficiente para dar cumplimiento a esta obligación en los tiempos del coronavirus.
Mnuchin dijo que el costo de esta crisis va a ser “significativo pero no enorme” a la cadena Fox. No son palabras que aclaren mucho y llegan en un momento en el que las cuentas públicas están muy perjudicadas por el aumento del gasto público y la reforma fiscal de 2017 que rebajó los impuestos sobre todo a las empresas.
El propio secretario del Tesoro dijo que era muy pronto para saber cuánto iban a costar estas medidas de emergencia y espera que se sepa más a lo largo de este semana. Desde este departamento se quiere además ayudar específicamente a sectores como las aerolíneas, hoteles y cruceros en los que el negocio se ha venido abajo en apenas días.
La Reserva Federal ya tomó medidas extraordinarias como la rebaja de las tasas de interés en medio punto y una aceleración de una inyección de capital de $1.5 billones para aliviar la presión en un sistema financiero que esta dando muestras de empezar a tener problemas.
Ese dinero no es un plan de rescate para el sector financiero o un subsidio de los contribuyentes. Es un préstamo que hace la Reserva Federal a las firmas financieras pero a cambio de títulos del Tesoro como colateral o avales. Estos son los instrumentos financieros más seguros del mercado por lo que no hay riesgo para esta operación que sin embargo permite que las entidades tengan capital para sus actividades diarias, por ejemplo, prestar dinero para que las empresas puedan pagar sus nóminas.
Con ello además se quiere que el crucial mercado de los bonos del Tesoro funcione correctamente.