Tuvo graves síntomas del coronavirus: Seleccionado español de balonmano narró el ‘infierno’ que vivió

Contrario a muchos deportistas portadores del coronavirus, que han declarado que no tienen síntomas, el pívot de la selección española de balonmano, Gedeón Guardiola, narró lo mal que la pasó los últimos días con los graves síntomas que presento por el COVID-19.

El actual bicampeón europeo de este deporte reveló cómo es su vida familiar en el aislamiento en su casa y cómo poco a poco está superando los malestares.

“Estoy bien, mejor que el fin de semana, cuando tuve unos síntomas muy malos y estaba físicamente hecho polvo, con dolor de cabeza, fiebre alta, escalofríos, un dolor de cuerpo brutal; un malestar increíble en definitiva”, explicó el atleta a un periodista mediante un video que grabó desde su domicilio en Sankt Leon, Alemania.

El también jugador del conjunto Rhein-Neckar Löwen, de la liga de balonmano de Alemania, quien vive con su esposa y sus dos hijos, contó cómo es su vida familiar desde que sufre este padecimiento.

“Toda mi familia está en cuarentena en casa desde el sábado”, comentó. “Ellos están bien, sin síntomas, pero con mi mujer damos por hecho que todos estamos contagiados. Mi mujer tiene estornudos de alergia, pero no toses secas como yo. Yo ahora estoy aislado en mi habitación con más protección: con guantes y con mascarilla. Salgo aún menos que antes, porque ellos andan por el resto de la casa. Tenemos que tomarnos los cuatro la temperatura por la mañana y por la tarde, y enviarlo al centro. En cinco días vendrá personal sanitario a casa para ver cómo estamos”, describió.

El pívot ahondó un poco más sobre los cuidados que tiene en casa y afirmó que sigue al pie de la letra las medidas sanitarias: “Tengo un baño para mí solo. Mi mujer limpia continuamente los picaportes de las puertas, me cambia las toallas. En fin, estamos haciendo todo lo que nos indica el protocolo”, aseguró.

Finalmente, reveló algunos de los síntomas que lo hicieron realizarse la prueba que al final dio positivo: “Te sientes como si fuera una gripe, pero el otro día fue muy curioso porque yo tenía la sensación de que estaba en 40º de fiebre y me estaba muriendo, con los ojos rojos y calientes, pero no tenía fiebre alta. Como máximo he tenido 38°”, sentenció.