Trump intensifica sus esfuerzos contra cárteles de la droga y vuelve a acusar a inmigrantes
El presidente enviará buques de la armada a las costas de Venezuela, en una escalada de presiones a Maduro
El presidente Donald Trump anunció este miércoles, al inicio de la reunión informativa sobre el coronavirus, una operación antinarcóticos que desplegará buques de la Marina en el mar Caribe y en el este del océano Pacífico para -según explica- evitar que el narcotráfico aproveche la pandemia del coronavirus para incrementar su actividad.
La comitiva que presentó el despliegue contra el narcotráfico aseguró que ahora, durante la pandemia, “es más importante que nunca” hacer frente a los cárteles mexicanos de la droga. Sin embargo, no respondieron con claridad a los periodistas por qué el narcotráfico es una “mayor amenaza” en medio de la coyuntura sanitaria y económica que ha provocado la pandemia en todo el mundo.
El equipo que anunció el despliegue militar junto ha Trump -compuesto por el secretario de Defensa, Mark Esper, y por el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley- aseguró que “seguirán tomando acciones alrededor del mundo para defender a nuestro país”. En este caso, aseguraron, protegen a los estadounidenses del daño que las drogas producen en el país, donde al año decenas de miles de personas pierden la vida por sobredosis.
Los buques se dirigirán a las costas venezolanas en una escalada de la presión de Estados Unidos al Gobierno del presidente Nicolás Maduro. La semana pasada, William Barr, el fiscal general de EEUU acusó al líder venezolano de narcoterrorismo y ofreció una recompensa de $15 millones de dólares por quien dé información que conduzca a su captura. Más recientemente, el secretario de Estado, Mike Pompeo, abogó por una “transición democrática” en el país caribeño al margen de los liderazgos de Maduro y Juan Guaidó.
Coordinación con México
En esta operación contra los cárteles de la droga, el presidente Trump aseguró contar con la ayuda de su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y de otros países latinoamericanos, que no especificó.
El mandatario estadounidense alardeó de haber construido una fuerte relación con López Obrador, que permitió el despliegue de -según el republicano- “270,000 soldados mexicanos en la frontera sur de Estados Unidos”. Trump aseguró que la colaboración con su vecino del sur ha evitado la llegada de nuevas caravanas de migrantes.
En un intento, sin fundamento, de relacionar los movimientos migratorios con el narcotráfico, Trump volvió a acusar a las personas que tratan de entrar a Estados Unidos por la frontera sur de “traer drogas”. Unos señalamientos que, lejos de resolver la crisis sanitaria, aviva el discurso racista del presidente en un año duro que -en principio- acabará con elecciones presidenciales.