La Fed sugiere que se requiere más intervención del Congreso para aliviar la crisis
El PIB sufre una contracción del 4.8%, el mayor ritmo desde la Gran Recesión en 2008
La Reserva Federal va a mantener bajas las tasas de interés (0%-0.25%) y una agresiva política monetaria que conduce a facilitar el crédito durante mucho tiempo. Ese fue uno de los mensajes que mandó el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell el miércoles tras la reunión de dos días de su Comité Abierto.
El otro mensaje, más relevante aunque también más sutil, fue que es necesario que se haga más desde el punto de vista fiscal. Es decir, más medidas de ayudas desde el Congreso. Powell dijo que durante la pandemia del Covid-19 la economía va a necesitar “más apoyo de todos para que la recuperación sea robusta”.
En el pasado Powell ha llamado la atención sobre los excesivos déficits y la deuda pública explicaba en rueda de prensa que ahora “este no es el momento para estas preocupaciones”. Para un presidente de la Reserva Federal, que normalmente pasa de largo o muy de puntillas por las preguntas sobre política fiscal, las alusiones equivalieron a un paso muy seguro.
Powell recordó que la Fed puede prestar y lo está haciendo pero no puede invertir o gastar, eso es la política fiscal que tiene que poner en marcha el Legislativo, es decir el Congreso. De momento se han aprobado varias ayudas que suman casi tres billones de dólares pero pueden resultar insuficientes y de hecho no han llegado a muchos trabajadores y empresas.
Mitch McConnel, el líder republicano del Senado no ha dado muestras de tener prisa por ello y la Casa Blanca no está moviendo fichas pese a que hay una larga fila de sectores productivos que están buscando alivios.
El responsable de la política monetaria dijo que no sabe cuánto durará la crisis pero si que es evidente que “el peso de esta está cayendo con más fuerza en los hombros de quienes tienen menos capacidad de llevarla”. Powell recordó que millones de trabajadores están perdiendo sus empleos y el gasto del consumidor se ha venido abajo.
Y es algo que ha revelado las cifras con las que se mide la actividad económica. En el primer trimestre, cuando solo durante marzo se empezó a detectar la crisis y se empezaron a cerrar estados tan importantes como Nueva York y California, la economía se contrajo a un ritmo anual del 4.8%.
Es la mayor contracción desde a Gran Recesión. El gasto de los consumidores se desplomó y en la misma situación se vieron las inversiones de las empresas.
Lo peor es que este es apenas un preludio de lo que está por ocurrir ya que buena parte del encierro obligado para detener el avance del coronavirus se está produciendo en el segundo trimestre. Los analistas consideraban, a la vista de estas cifras, que se puede estar en una situación muy similar a la que se vivió tras la II Guerra Mundial.
El jueves se conocerán cuántos millones de personas siguen solicitando el seguro de desempleo y el viernes se tendrá la primera lectura de un mes en cuarentena, el de abril. Se espera que el desempleo se eleve durante esta crisis a un porcentaje de dos dígitos.
Powell cree que la duración de la crisis dependerá de cuánto se avance para detener el virus y las medidas que se pongan en marcha para activar la economía a todos los niveles de Gobierno.
El responsable de la Fed lamentó la situación de muchos pequeños negocios.