¿Por qué importa tanto el estado de salud de Kim Jong Un, el líder de Corea del Norte?
Las especulaciones entorno a la desaparición pública del mandatario norcoreano le han dado una tremenda proyección mediática a nivel internacional
La ausencia prolongada del líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, durante las últimas semanas ha provocado una atención mediática de envergadura similar a la del coronavirus. Se ha especulado con que atraviesa una grave enfermedad, un postoperatorio e incluso con su muerte.
Desde que no apareciera en el tradicional aniversario del nacimiento de su abuelo Kim Il-sung, líder supremo de República Popular Democrática de Corea desde su creación, no ha parado de circular supuesta información -muchas veces contradictoria- sobre su paradero y sobre las intenciones que podría tener el norcoreano para mantenerse alejado del foco mediático internacional.
Las respuestas a estos cuestionamientos son fundamentales porque el poder que ostenta el mandatario juega un rol esencial en el futuro del noreste asiático, donde se ubican dos de las tres mayores economías del mundo (China y Japón) y un enorme arsenal de maquinaria militar y mano de obra estadounidense, según Associated Press.
Corea del Norte, una pequeña y empobrecida nación que siempre ha estado bajo el mando de una sola familia, ha sido un dolor de cabeza para sus países vecinos. Su férrea persecución de misiles con carga nuclear para proteger a la familia Kim han hecho imposible que China, Corea del Sur o Japón la pierdan de vista.
Ninguna de las noticias sobre la fragilidad de su estado de salud ha sido confirmada. El Gobierno surcoreano mantiene que Kim parece estar aún al mando y no tiene indicio que haya pasado algo grave en el país vecino. Sin embargo, nadie ha dado respuesta a su ausencia pública desde la reunión sobre el coronavirus que mantuvo el 11 de abril.
La diplomacia de Kim ha demostrado una creciente confianza en el escenario mundial. Sus reuniones con los líderes de países rivales como Estados Unidos o Corea del Sur fueron extraordinarios, aunque no está claro que vayan a suponer un gran cambio en la región.
A pesar de su pobreza, Corea del Norte ha llamado la atención internacional por lo que el país llama medidas de autodefensa en respuesta a la hostilidad de Estados Unidos. Sus críticos lo consideran una acumulación ilegal de armas nucleares.
El debate sobre las intensiones norcoreanas de acabar con las armas nucleares durante las cumbres con Washington y Seúl sigue vivo, pero la respuesta no llegará sin Kim.