¿Cómo funciona el instinto maternal?
Las investigaciones recientes sugieren que el instinto maternal tiene un origen químico
El instinto materno caracteriza a todas las madres. Es una sensibilidad propia de ellas que se desarrolla a lo largo de la maternidad y que se manifiesta en la relación que tienen con sus hijos. Si te interesa saber más de este poderoso instinto, la siguiente información te será muy interesante.
Las células MPOA
Un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York descubrió que el instinto materno tiene un origen biológico, al menos en el caso de los ratones. Así lo reseña Cristina Sáez, en el diario La Vanguardia.
El equipo monitoreó múltiples ratones mientras interactuaban con sus crías. Se centraron en el área preóptica de hipotálamo dado que estudios previos habían sugerido que era una zona importante para comprender el comportamiento de los ratones con sus crías.
Esa área contiene células nerviosas denominadas MPOA Es11 que se activaban cuando la madre interactuaba con sus hijos y se desactivaban cuando no. Al estimular esta zona, los investigadores descubrieron que las madres ayudaban a sus hijos a volver a su nido cuando se alejaban mucho.
Si, en cambio, dichas células eran bloqueadas, las madres no se desplazarían de su sitio para rescatar a sus crías, lo cual afirmaba que dichas células cumplían un rol importante en su rol de madre.
¿Qué es el instinto materno?
El instinto materno es un vínculo afectivo que las madres desarrollan hacia sus hijos y que les facilita cuidarlos y protegerlos de las amenazas que ellos encuentren en sus vidas.
El instinto materno se desarrolla de múltiples formas en los humanos, como la lactancia y el mecer la cuna del bebé, reconocer una circunstancia hostil para los hijos, o saber que uno de ellos atraviesa una situación difícil incluso sin que se lo comparta a la madre.
Independientemente de la especie, una madre puede saber si sus hijos peligran mediante el instinto materno, una intuición que, en el caso de las madres humanas, les permite sospechar de posibles problemas de salud o de otra índole que sus hijos no quieran compartir.