Partículas del virus pueden quedarse en el aire, según estudios. Pero, ¿pueden generar nueva infección?
Las investigaciones alimentan el debate sobre cómo se propaga el nuevo SARS-CoV-2
Varios estudios apuntan han encontrado evidencia de que el coronavirus puede permanecer suspendido en el aire como partículas de aerosol. Lo que no han concluido ninguno de ellos es si el virus se puede propagar así ya que aún no se ha registrado ninguna infección de este tipo.
El consenso científico que se ha alcanzado hasta ahora es que el virus se propaga a través de las gotitas respiratorias que generamos (y expulsamos) al respirar, hablar o toser. También se sabe que no infecta a través de partículas que puedan quedarse suspendidas en el aire, como sí lo hacen otras enfermedades como el sarampión.
Sin embargo, las investigaciones están alimentando el debate sobre una de las cuestiones más básicas sobre el nuevo coronavirus: cómo se propaga.
Los estudios han demostrado que lo más normal es que el virus se transmita de persona a persona a través de gotitas respiratorias relativamente grandes que solo recorren unos pocos pies antes de caer al piso. Las personas también pueden contagiarse al tocar objetos contaminados -que los científicos llaman fómites- y llevarse después las manos a la cara.
“No se ha registrado propagación por aire de COVID-19 y no parece ser un motor importante de transmisión, según la evidencia disponible”, concluyó un informe detallado de investigadores chinos y la Organización Mundial de la Salud. El mismo estudio apuntó que en los centros sanitarios procedimientos como intubar a un paciente puede generar aerosoles del virus.
Por otra parte, una investigación de los laboratorios Rocky Mountains, que forman parte del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, reveló que las partículas pulverizadas con equipo de laboratorio se mantienen hasta tres horas viables, capaces de crecer en un cultivo de células.
Un estudio más reciente de la Universidad de Wuhan, en China, halló rastros de material genético viral en el aire en espacios de dos hospitales que tenían una ventilación particularmente mala.
Sin embargo, esta investigación tampoco demostró si dichas muestras de coronavirus son capaces de generar una nueva infección. En cualquier caso, sus autores concluyeron que la desinfección y ventilación -especialmente de los espacios cerrados- pueden limitar que se concentre en el aire la carga viral del SARS-CoV-2.