EEUU investiga relación de Universidad de Texas con laboratorio en ciudad de Wuhan, donde iniciaron casos de coronavirus
La teoria de conspiración de que el virus fue creado en un laboratorio de Wuhan permanece sobre la mesa
Personal médico trabaja con biomaterial de los enfermos de coronavirus en Wuhan. Crédito: EFE
El Departamento de Educación de Estados Unidos le solicitó a la Universidad de Texas la documentación sobre su relación con el laboratorio de enfermedades infecciosas con sede en Wuhan, la ciudad china donde se originó el brote del nuevo coronavirus.
Un informe de The Wall Street Journal de este viernes indica que esa agencia pidió los registros para evaluar si la institución universitaria cumple con las leyes federales que disponen informar sobre regalos, donaciones y contratos de fuentes extranjeras.
El informe del Departamento que cita el periódico estadounidense señala que la solicitud se le hizo al Instituto de Virología de Wuhan y su investigadora Shi Zhengli, conocida por su trabajo con murciélagos.
El emplazamiento al laboratorio es parte de una investigación más amplia del organismo sobre posibles “emisiones financieras defectuosas” de dinero extranjero por parte del grupo de universidades de Texas.
China se encuentra bajo la presión de las autoridades estadounidenses desde hace semanas en relación con el origen del virus. A mediados de abril, el Comité de Seguridad Nacional del Senado estadounidense inició una investigación para determinar cómo inició la pandemia. El presidente de dicho comité, Ron Johnson, ha sugerido en entrevistas que el virus pudo proceder de un laboratorio en el país asiático.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha hecho eco de los argumentos de Johnson tan cercano como este jueves.
El Instituto de Virología de Wuhan, a kilómetros del mercado señalado hasta ahora como probable fuente del virus, cuenta desde el 2015 con el primer laboratorio chino de bioseguridad de nivel 4 que es capaz de manejar peligrosos patógenos.
Sin embargo, los resultados de sus investigaciones han sido publicados en revistas y sitios especializados y expertos de Occidente han intervenido en algunos.
A pesar de las teorías de conspiración, distintos científicos han indicado que no hay evidencias reales de que el patógeno haya sido creado en un laboratorio, sino que proviene de una fuente animal que podrían ser murciélagos.
