¿Por qué necesitamos una nueva vacuna contra la gripe todos los años?

Los virus de la gripe cambian cada año, por lo que es necesario aplicarse nuevas vacunas para prevenir cualquier complicación. Si no hacemos una actualización de nuestra vacuna con regularidad, corremos el riesgo de que nos contagiemos con una nueva cepa de la que no tengamos protección.

Tomando esto en consideración, es importante que nos vacunemos contra la gripe al menos una vez al año, como lo indica la FDA, Food & Drugs Administration de Estados Unidos. Y para que tengas un mayor conocimiento sobre todo el proceso, aquí te hablamos un poco más sobre el tema.

Quienes necesitan la vacuna

Si bien es necesario que todos tengan la vacuna contra la gripe, la población de alto riesgo es prioritaria. Esto quiere decir que los niños menores de 6 años y los adultos mayores de 65 años deben vacunarse, preferiblemente antes de la temporada de invierno.

Debido a su fácil propagación se deben tomar medidas preventivas. Es necesario recordar que el virus se propaga a través de las gotas que se esparcen cuando alguien enfermo habla, tose o estornuda.

El contagio también se puede dar cuando se toca una superficie infectada y luego se toquen la boca, la nariz o los ojos. Además, aunque los virus de gripe circulan durante todo el año, es en la temporada fría donde la influenza es más fuerte.

Cómo se preparan las vacunas

Después de cada temporada de invierno, alrededor del mes de febrero, varios organismos, como la FDA, la OMS y los Centros de Control de Enfermedades, o CDC, por sus siglas en inglés, junto a un grupo de médicos y demás expertos, recolectan información de las muestras de las diferentes cepas del virus.

De esta forma, se preparan para que las nuevas vacunas contengan dichas cepas o sean más efectivas contra aquellos virus de influenza que puedan ser fatales. Por eso la vacuna es el método más efectivo para combatir la gripe.

A esto también hay que agregarle que se deben tomar las previsiones necesarias para evitar la enfermedad, como lavarse las manos constantemente, estar bien abrigado, evitar cambios bruscos de temperatura y no acercarse a personas que estén enfermas. Cumpliendo estas previsiones y manteniendo nuestras vacunas al día, tenemos más posibilidades de librarnos de la gripe y sus molestias.