El COVID-19 mandó a 2.4 millones de trabajadores más al desempleo en una semana

En nueve semanas 38.6 millones de personas han solicitado ayudas por pérdida de trabajo

El sector restaurantero será el más afectado en una primera etapa.

El sector restaurantero será el más afectado en una primera etapa. Crédito: ANDY BUCHANAN | AFP / Getty Images

Hasta 2.43 millones de trabajadores en EEUU solicitaron el seguro de desempleo en la semana que acabó el 16 de mayo. Las millonarias e inusuales cifras están casi un cuarto de millón por debajo de las revisadas de la semana anterior.

En total, y a pesar del comienzo de las aperturas de actividad en buena parte de los estados, en las nueve semanas de crisis por la pandemia del coronavirus el desempleo ha alcanzado a 38.6 millones de personas que han tenido que solicitar este beneficio.

El Gobierno federal ha reforzado la paga hasta julio con la esperanza de mantener a flote a familias que han tenido que quedarse confinadas y ver cerrar, temporalmente o no, los negocios para los que trabajan debido a la crisis del COVID-19.

Muchos de los despedidos han tenido serios problemas para acceder a estos beneficios a lo largo de las semanas. El estado de Nueva York, uno de los más afectados ha tenido que contratar a operadores que gestionaran estas peticiones y finalmente se ha cambiado la forma en la que se procesan en la red para dar más agilidad al proceso.

La semana pasada 226,521 personas solicitaron este seguro en el estado de Nueva York y 246,115 lo hicieron en California.

Con la apertura de algunos negocios se está deteniendo el ritmo de destrucción de empleo y algunos trabajadores han vuelto a sus puestos de trabajo. No obstante, muchos de los despidos temporales pueden ser permanentes al cambiar las condiciones de trabajo y las expectativas de negocios durante meses.

Mark Hamrick, analista senior de Bankrate explicaba en una nota que es tentador centrarse en el hecho de que hay una rebaja de peticiones de este seguro cuando aún se cuentan de millón en millón. “El impacto sísmico no debe ser desestimado porque las primeras oleadas fueran mayores. el número de peticiones de esta semana es equivalente a la población de Houston en Texas”, explica.

No se trata solo de perder el trabajo, comenta Hamrick, “muchos de estos solicitantes de desempleo son quienes ganan los ingresos de la familia y ahora tienen que ver cómo suplir esa falta de ingresos para permanecer solventes, con casa y alimento”.

Los economistas de Oxford Economics explican que la recontratación de los trabajadores para poder llegar a los plazos impuestos por el préstamo del SBA –Paycheck Protection Program (PPP)– puede haber rebajado la caída de empleo pero este impacto podría eliminarse si el Congreso aprueba dar a los empleadores más tiempo para volver a recomponer sus plantillas.

Esa ampliación de tiempo es una demanda de muchos pequeños empresarios que argumentan que les resulta muy difícil llegar al mes que viene y volver a contratar a sus empleados sin saber en qué fase de apertura se va a estar y cuándo.

El miércoles, la oficina del Censo reportaba que entre el 23 de abril y el 5 de mayo entre la población de más de 18 años el 47% había perdido ingresos por empleos u otro adulto en el hogar se había quedado sin trabajo desde el 13 de marzo.

El 39% de los adultos esperaba que alguien en sus hogares perdiera ingresos en las próximas cuatro semanas.

El camino del virus

Las cifras de desempleo van a empeorar aún más antes de mejorar según dijo el jueves el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John C. Williams quien admitió que nunca había imaginado ver una tasa de desempleo del 14.7% como la que se registró en abril.

Se espera que este porcentaje crezca en mayo. Mientras tanto además del desempleo hay otros indicativos económicos que muestran que la mejora que debe acompañar a la apertura económica que ya ha comenzado va a ser muy lenta.

La contracción industrial está reduciéndose pero indicadores como el índice de manufacturas de Filadelfia lo que muestran es que las señales de actividad siguen muy reducidas. Los fabricantes esperaban un parón transitorio pero ahora no saben cuánto durará el periodo que está dominado por la incertidumbre.

Las ventas de casas de segunda mano cayeron casi un 18% en abril con respecto a marzo y un 17% menores en el mismo mes de 2019, según la National Association of Realtors. Los precios, no obstante no dieron muestra de saber que hay una crisis porque el inventario de casas a la venta ha caído a niveles récord en un momento en el que tradicionalmente el mercado inmobiliario registra sus mejores cifras de ventas.

Williams aseguraba el jueves que la causa de la recesión, la pandemia global, “implica que nuestro futuro estará determinado en buena medida por el curso del virus”.

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