El alcalde De Blasio ha fracasado tras no asegurar una rendición de cuentas por la violencia policial

Bill de Blasio.

Bill de Blasio. Crédito: EFE

La semana pasada, después de casi dos períodos en su cargo y en repetidas ocasiones no responsabilizar de manera significativa a su propio departamento de policía por brutalizar y matar a los neoyorquinos negros, el alcalde de Blasio fingió indignación por el asesinato de George Floyd por el agente de policía de Minneapolis, Derek Chauvin. De Blasio exigió acción rápida en una ciudad al otro lado del país. Luego no logró detener por completo la brutalidad policial estas últimas cuatro noches, cuando los neoyorquinos negros, latinos, y sus aliados salieron a las calles para exigir justicia para George Floyd y poner fin al racismo institucional. La policía de Nueva York desplegó a miles de policías que inmediatamente crearon un ambiente bélico, iniciando repetidamente la violencia contra los miembros de la comunidad.

El asesinato de George Floyd fue horriblemente similar al asesinato de Eric Garner por parte de la policía de Nueva York. A plena luz del día, un policía (Daniel Pantaleo) ahogó la vida de un hombre negro en la acera. Por más de cinco años, el alcalde De Blasio evitó toda responsabilidad de sancionar o asegurar rendición de cuentas de todos los oficiales involucrados en el asesinato de Eric Garner. El ex oficial Pantaleo, captado en el video en el cual asfixió al Sr. Garner hasta la muerte, permaneció empleado por la policía de Nueva York durante más de cinco años, recogiendo pago de sobretiempo. La madre de Eric Garner, Gwen Carr, continúa organizando y exigiendo el despido de todos los oficiales responsables. El alcalde ignora sus llamados por justicia y rendición de cuentas.

Casos como Eric Garner, Delrawn Small y Sergio Reyes son sólo los casos sobre los que el público escucha. Pero policías escapando sin ninguna disciplina por mala conducta o brutalidad, incluso en los casos en que las personas son asesinadas, es la norma, no una anomalía.

Más recientemente, durante la pandemia de COVID-19, los oficiales de policía de Nueva York hicieron cumplir violentamente el distanciamiento social en las comunidades negras y latinas, mostrando el tipo de vigilancia violenta y discriminatoria que produce la muerte de miembros de nuestras comunidades. Lamentablemente, la brutalidad policial no descansa para las pandemias.

El enfoque fallido del alcalde, que ha criminalizado una crisis de salud pública, ha significado que la aplicación de la ley continúa poniendo en riesgo a nuestras comunidades.

Los numerosos incidentes de brutalidad policial de este fin de semana hicieron que el problema fuera aún más claro, con policías que golpeaban, empujaban y atacaron a los neoyorquinos. El alcalde De Blasio respondió con una triste mensaje criticando a los que protestan la violencia policial, y sin compromiso de acción concertada para despedir a los oficiales y responsabilizar al departamento. El alcalde incluso defendió a los policías que atacaron a manifestantes en Brooklyn con su automóvil.

A medida que finaliza el mandato final del alcalde de Blasio, ha cimentado su legado en el tema policial. No estaba dispuesto a responsabilizar a la policía por mala conducta y brutalidad, no pudo poner fin a la policía de “ventanas rotas” que tanto criminaliza a nuestras comunidades, y eligió repetir puntos de discusión sobre los entrenamientos para la policía y acercamiento hacia la comunidad, en lugar de responder a los reclamos por justicia y reformas significativas. Si el alcalde realmente quiere hablar en serio sobre la brutalidad policial y valorar a todas las vidas de las personas negras, debería usar el resto de su tiempo en el cargo para aprobar y apoyar reformas legislativas fuertes para aumentar la responsabilidad y la transparencia policial.

El Alcalde debe abogar con fuerza por la derogación total, y no por un reemplazo diluido, de la Ley estatal de Derechos Civiles 50a, para hacer públicos todos los registros disciplinarios de la policía. Debe asegurarse de que la policía de Nueva York despide rápidamente a todos los oficiales involucrados en el asesinato de Eric Garner y a cualquier oficial que abuse de su poder, incluso en las protestas de esta semana. Y debería reducir significativamente el presupuesto de NYPD y utilizar los ahorros para invertir en el Departamento de Desarrollo Juvenil y Comunitario, educación para jóvenes y adultos, viviendas asequibles, viviendas para personas sin hogar, y servicios sociales que mantienen a nuestras comunidades seguras y saludables.

El alcalde sigue sin actuar para asegurar una rendición de cuentas de la policia. Casi seis años después del trágico asesinato de Eric Garner a manos de la policía de Nueva York, todavía no podemos respirar.

-Kesi Foster es codirector del Proyecto de Poder Juvenil de Se Hace Camino Nueva York. En Twitter: @BemKesi @MaketheRoadNY 

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