Pepe Garza le dedica emotiva carta a Héctor Suárez tras su partida
Ambos coincidieron en "Tengo Talento, Mucho Talento" con Jenni Rivera
La partida de Héctor Suárez conmovió a todos el gremio artístico ya que el comediante era y seguirá siendo una figura icónica en la televisión. Durante un tiempo, Suárez fue juez de “Tengo Talento, Mucho Talento” de Estrella TV en donde compartió la mesa de jueces con Jenni Rivera y Pepe Garza.
Ante el deceso de Suárez, Garza compartió unas sensibles palabras para recordar los momentos que vivió con el actor:
Gratitud es la actitud que todo soñador tiene que traer a la mesa a la hora de apostar por su gran sueño. Y con gratitud te voy a hablar de un personaje al que le debo mucho. Hoy desperté, en estos días en los que no sabemos qué nos espera al abrir los ojos, y descubrí que este hombre, esta leyenda, ya se nos fue. Afortunadamente, me dio tiempo de agradecerle en vida lo mucho que aprendí a su lado durante las temporadas en las que nos sentamos juntos en la mesa de los jueces de TENTO TALENTO MUCHO TALENTO. Ahora, esa gratitud deseo hacerla pública.
De Héctor Suárez te puedo contar, aún bajo riesgo de sonar muy groupie, que es la persona más interesante que he conocido en mi vida. Me enseñó cosas de cuestión escénica que yo desconocía, y cada lección del escenario se convertía al final de la noche en lección de vida. Para la gente que goza aprendiendo, y yo me incluyo en este club, tener a Héctor cerca es un lujo. Héctor es de aquella generación de artistas mexicanos que tenían y tienen un legado que compartir. Un gran maestro. Un hombre con más de 50 años en los escenarios, que ha interpretado desde Kafka a novelas lloronas de Televisa, sin que eso disminuya su credibilidad ante el mundo. Su talento no se pone jamás en duda.
Héctor recalcaba a nuestros concursantes la entrega absoluta a la profesión. El señor viene del teatro, donde si no te entregas 24 horas al día o no la haces. Ser actor de teatro es como ser parte de una secta o un culto: convives con actores, comes con actores, y duermes en el teatro. “Si no vas a entregar tu vida, lárgate de aquí,” les decía Héctor a nuestros concursantes que lo miraban espantados, “el escenario es sagrado, muchacho, y tú llegaste sin prepararte, y eso es una ofensa.” Y es que con esa voz y esa mirada, Héctor infundía respeto. Hizo llorar a más de uno, pero también motivó a decenas de jóvenes a ponerse las pilas. A mí incluido.
Descanse en paz, estimado don Héctor. En su viaje eterno se lleva toda nuestra gratitud.