Más de 2,000 inmigrantes en centros de detención tienen coronavirus. Pero la cifra podría empeorar
Dos personas han muerto por COVID-19 en estas instalaciones federales. Un tercero falleció días después de su liberación
Los centros de detención de inmigrantes de todo el país cuentan ya con más de 2,000 casos de coronavirus, según los datos que dio este lunes el servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Sin embargo, se espera que la cifra se incremente a medida que los test masivos van llegando a las instalaciones federales.
De los datos de ICE, este lunes hay 2,016 inmigrantes bajo su custodia que han contraído el COVID-19, cifra que supone cerca del 8.5% de la población total (24,713) de inmigrantes en sus centros.
La agencia ha aplicado 5,096 pruebas, lo que significa que el 40% de los inmigrantes que han sido evaluados dieron positivo al coronavirus.
Los mayores brotes se contabilizan en el centro de detención Bluebonnet, en Dallas (Texas), y en el californianos Otay Mesa, ambos con 164 casos.
De acuerdo a la agencia federal, en el caso del centro de Texas 129 de estos inmigrantes se encuentran aislados o son vigilados para observar el desarrollo del virus.
Ubicado en un área rural, el de Bluebonnet estuvo desocupado hasta diciembre del año pasado cuando ICE comenzó a utilizar las instalaciones. El pasado 22 de mayo el brote de coronavirus en esta nueva prisión había alcanzado a 111 migrantes, según el periódico El Paso Times.
Los brotes también en ese estado se extendieron hasta el Centro de Procesamiento en Montgomery, en Houston, donde 110 detenidos han dado positivo, 70 de ellos se encuentran aislados.
En Arizona, el centro de detención de Eloy tiene 123 casos positivos, 122 aún no se han recuperado de la enfermedad.
En San Diego (California), el centro de Otay Mesa, ubicado a pocas millas del muro fronterizo que divide al estado con México, cuenta también con 164 personas contagiadas y ahí murió por la enfermedad el salvadoreño Carlos Ernesto Escobar Mejía, de 57 años, quien se encontraba bajo custodia de la agencia federal.
El segundo fallecimiento por COVID-19 en un centro de detención de ICE ocurrió en el Centro de Detención de Stewart, en el sur de Georgia, donde murió Santiago Baten Oxlaj, de 34 años.
A ellos habría que sumar el caso del hondureño Óscar López Acosta, quien falleció en Ohio pocos días después de haber sido liberado por ICE de la cárcel del Condado de Morrow, donde contrajo la enfermedad.
ICE también informó hoy en un comunicado que comenzó a aplicar pruebas masivas de COVID-19 en el Centro de Procesamiento de ICE del Noroeste en Tacoma, en el estado de Washington, donde hasta el mes pasado sólo se habían aplicado 16 tests.
La agencia también comenzó a ofrecer pruebas voluntarias en el Centro de Detención de Aurora, Colorado.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) junto a otras organizaciones a favor de los inmigrantes han presentado cerca de 50 demandas en todo el país exigiendo la liberación de inmigrantes vulnerables, así como la implementación de medidas sanitarias para evitar los brotes, y la aplicación de pruebas.