¿Conoces tu llama violeta? Descubre cómo invocarla para liberarte de las energías negativas
También es conocida como luz violeta y es un atributo que todos los seres humanos poseemos, pero muy pocos saben usar
La llama violeta es una energía espiritual que contempla amor, justicia, misericordia, libertad, perdón y transmutación que está presente en todos los seres humanos. Algunos la conocen como luz violeta, pero su esencia es la misma: una herramienta poderosa de alta vibración que convierte toda la energía negativa en positiva.
Su importancia es tal que hay quienes la consideran el elixir de la vida, según indica el artículo ‘El secreto de la llama violeta’ escrito por la Fraternidad de Guardianes de la llama de Saint Germain. Ahí se señala que esta energía se ha usado durante mucho tiempo para acelerar el desarrollo espiritual y quienes han experimentado con ella, saben del poder de la misericordia de Dios.
Saint Germain fue un místico, sanador y alquimista muy popular en el siglo XVIII, quien transmitió las enseñanzas de la llama violeta junto con otras claves para la sanación espiritual de la humanidad. No por nada el filósofo francés Voltaire lo llamaba “el hombre que nunca muere y lo sabe todo”.
¿Cómo invocar la llama violeta?
La llama violeta es como el aura de los seres humanos solo que se cree proviene directamente de la energía de Dios, así que es muy poderosa para eliminar las energías negativas. En todo momento se puede acceder a ella y entre sus beneficios se encuentran transmutar lo negativo a positivo, expulsar la pesadez del cuerpo, elevar tu espíritu, traer paz, restaurar la fuerza vital, inspirar la creatividad, satisfacer tus deseos más profundos y atraer las energías de la misericordia, el perdón, la alegría y la libertad.
Se puede invocar de diversas formas y portal Bioguía compartió una de las maneras más sencillas.
Visualización. Debes cerrar tus ojos y sintonizar tu mente con la respiración.
Preámbulo. En voz alta invoca tu divinidad y luego pide a tus seres divinos (ángeles, arcángeles o guías espirituales) que te ayuden.
Afirmación. Repite los siguientes decretos de Saint German: “Yo soy la transmutadora llama violeta que flamea a través de mi cuerpo etérico, sublimando, apagando las cicatrices morales, las amarguras u ofensas, transmutando todo en luz. Yo soy un ser de fuego violeta. Yo soy la pureza que Dios desea”. Se cree que cuando recitas estas oraciones la llama violeta se impregna en cada célula de tu cuerpo.
Agradecimiento. Agradece a los maestros espirituales de la llama violeta su poder de transformación.
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