Se operó los labios y ahora no quiere salir de casa
Los tratamientos de belleza los debe realizar personal cualificado y en unas instalaciones preparadas
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Olivia McCann, de 21 años, decidió someterse a un tratamiento de belleza que, sin embargo, la dejó pareciendo una bestia y con tanto complejo que se negó a salir de la casa por un tiempo.
La joven se realizó una filtración en los labios y a un masaje para disolver cualquier posible nódulo. Le masajearon los labios con tanta fuerza que “parecía que estaban a punto de estallar”, pero la esteticista le aseguró a Olivia que no había nada de qué preocuparse y que la hinchazón era normal.
La chica quedó tan avergonzada de cómo se veían sus labios que se escondió en su casa durante cuatro días y se negó a contestar las videollamadas de su novio por temor a que él no “la quisiera de nuevo”, informa The Mirror.
Olivia, que trabaja como azafata, recibió el tratamiento justo antes del confinamiento por coronavirus, y se vio obligada a tomarse días libres debido a la gravedad de la inflamación.
Lo peor de todo es que no es el primer tratamiento de belleza al que se sometió con resultados negativos y dolorosos.
En los últimos dos años, Olivia se realizó varios procedimientos en diferentes salones que le produjeron hinchazón, le dejaron protuberancias por una distribución desigual del relleno.
Ahora, Olivia, originaria de Lancashire, en el Reino Unido, está compartiendo su historia con la esperanza de alentar a otras personas a que sean muy cuidadosas con los tratamientos que se realizan y, sobe todo, dónde se los hacen.
“Me daba vergüenza conducir a casa y tenía que ponerme las gafas de sol, mis labios parecían el trasero de un babuino. No sentía que pudiera salir así, así que me quedé en casa, fue horrible.
Llamé a mi amiga y se echó a llorar, no podía creer que me viera así”, comentó al mencionado medio.
Ahora que ya luce bien y su rostro ha vuelto a la normalidad, reconoce que le encanta cuidarse y que sigue haciéndose rellenos y tratamientos pero en un centro con muy buena reputación.
Ese es su consejo, mirar bien el lugar y los profesionales que trabajan en él. Analizar cuántos clientes satisfechos tienen y no limitar el costo, porque lo barato puede salir bien caro.
