Importancia y recomendaciones para consumo de jugos de frutas en niños
Regular el consumo de jugos y bebidas de frutas fomenta el sano desarrollo del niño
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Darles a tus hijos una cantidad considerable de jugos de frutas es un punto fundamental para garantizar una dieta y desarrollo saludables para ellos, y en este artículo te contamos cómo puedes hacerlo.
Niños pequeños y niños jóvenes (1-6 años de edad)
Según los doctores Melvin Heyman y Steven Abrams en un artículo del portal IntraMed, indican que los niños en este intervalo de edad son susceptibles a consumir jugos y bebidas de fruta en exceso porque les sabe bien, y cómo se consideran alimentos saludables, los padres no suelen establecer límites.
Al igual que las bebidas energéticas, los jugos de frutas pueden ocasionar desequilibrios energéticos en los niños, y también pueden ocasionar afectaciones como diarrea, mal nutrición, desnutrición y desarrollo de caries dentales.
Partiendo de lo anterior, es importante equilibrar el consumo de fruta entera y el de jugo de frutas no solamente para evitar estos males, sino también para evitar una sobreexposición del niño al azúcar que puede serle colocada a las bebidas de frutas.
Niños mayores y adolescentes (7-18 años de edad)
El consumo de jugo de frutas no suele generar problemas importantes para los niños y adolescentes de entre 7 y 18 años porque, para ese momento de sus vidas, habrán estado expuestos a una mayor cantidad de bebidas, y habrán desarrollado cierta resistencia.
Sigue siendo importante fomentar el consumo de fruta entera sobre el jugo de frutas por la ingesta de fibra que se percibe de la fruta entera, y porque esta está libre de conservantes y químicos.
El consumo excesivo de jugos y bebidas de fruta en esta etapa del desarrollo puede contribuir al desarrollo de la obesidad. No obstante, hay estudios que no señalan una relación entre un alto consumo de jugos de fruta y la obesidad, por lo que se necesitan mayores investigaciones.
Por más nutritivo que sea, el jugo de frutas debe ser regulado para el consumo infantil porque puede acarrear consecuencias en la salud de los niños y que quizá solo se perciban de manera gradual.
