Partidos sin fans en el Yankee Stadium dan ‘batazo mortal’ a economía de familias hispanas en El Bronx
Para comerciantes formales y ambulantes que dependen de las marejadas de fanáticos y turistas que visitan la casa de los 'Bombarderos del Bronx', el COVID-19 los puso 'a perder otra carrera'
El boricua Jorge Pérez tiene 50 años siendo vecino del Yankee Stadium, y este año es la primera vez que no vivirá la emoción desde las gradas de aupar a su legendario equipo. La temporada de Ligas Mayores de Béisbol 2020 marcada por la pandemia del coronavirus, no solo obliga a este fanático a ver los juegos en su casa, sino también deja en ‘la banca’ a centenares de familias que dependen económicamente de las multitudes que se congregan en los alrededores de la colosal instalación deportiva de El Bronx.
“Esto está muerto. Finalmente son los juegos de béisbol los que mueven la economía en esta parte de Nueva York. Es un negocio multibillonario, y se podría pensar solo en las pérdidas porque no se venden boletos, ya que los juegos son sin público. Pero por otra parte, los fanáticos aquí son la fuente de sustento de la mayoría de los comerciantes y trabajadores de estos vecindarios”, relató Jorge.
Los mares de aficionados no se verán este año en las afueras del estadio, en una temporada que normalmente empezaba en abril y que el COVID-19 casi obligaba a suspenderla del todo.
Tratan de vender algo
La ‘nueva realidad’ de los juegos sin fanáticos ha sido un ‘batazo mortal’ para la fuente de sustento de muchas familias hispanas que dependen de la economía informal o las ventas ambulantes, como es el caso de la dominicana Luzmila Feliz de 45 años, quien confiesa sobrevivía vendiendo agua embotellada.
“Cuando había un juego en la noche, especialmente en esta época de verano, miles de personas se venían desde temprano a esperar afuera, porque no tenían boleto. Todo el alboroto de las filas para entrar y muchos turistas que venían solo a conocer y tomarse fotos. Era un movimiento de gente que empezaba en abril. Este año todo se acabó”, explicó la comerciante.
Aunque las reglas de la Ciudad prohíben las ventas informales en los alrededores de la casa los ‘Bombarderos del Bronx’, en la práctica centenares de comerciantes sortean en medio de la multitud las regulaciones.
“Finalmente uno no está haciendo nada malo. Es un servicio. Obviamente a muchos compañeros los multaban, pero es parte del riesgo. Mañana miércoles está planificado un juego, aunque sin público, mucha gente se reúne afuera. Vamos tratar de vender algo”, remató la isleña.
Y como si los partidos sin público ya no fueran lo suficientemente negativo para la economía de los vendedores, ahora la suspensión de algunos encuentros debido al coronavirus, puede convertir las cosas todavía en un escenario mucho peor.
El encuentro de los Yankees programado para este martes contra los Phillies en Philadelphia se pospuso debido al brote de coronavirus entre 17 miembros del equipo de los Marlins, con el cual los Phillies jugaron la semana pasada en Miami.
Ahora, en medio de las pruebas de despitajes de COVID-19 que se les están haciendo a los Phillies, fuentes de la liga dijeron que el juego planificado para este miércoles por la noche entre los dos equipos en El Bronx, y que sería el partido de apertura en su casa para los Yankees, “todavía no había sido suspendido”.
“Esto se va a la ruina antes de Navidad”
Pero mientras los vendedores ambulantes extrañan las marejadas de fanáticos del deporte más popular de la Gran Manzana, los comerciantes establecidos en la calle 161 que bordea el Stadium y las cuatro entradas del Subway, un punto de la ciudad por décadas vibrante, ahora describen una situación catastrófica.
Uno de los vendedores de la hilera de tiendas de recuerdos alegóricos al equipo, confesó a El Diario que hay días desde que se permitió al comercio activarse en la fase tres, que no han facturado “ni $100 dolares”.
“Aquí ahora solo trabaja una sola persona atendiendo. No hay turistas. No hay fanáticos. Y la renta es de $10,000. Saca la cuenta. Yo creo que lamentablemente todo esto se va a ir a la ruina antes de Navidad. Hay una mínima esperanza mañana miércoles de vender algo, si no es que suspenden también el juego”, comentó el trabajador hispano.
A mediados de abril, cuando la pandemia estaba en plena ebullición, el alcalde Bill de Blasio se refirió a la vuelta de los fanáticos al Yankee Stadium. Adelantó que podrían pasar muchos meses antes de volver a la “normalidad” en este aspecto.
“Creo que va a pasar un tiempo. Creo que esa es una de las cosas que tardarán más”, indicó el mandatario.
Desolación económica en El Bronx
El puertorriqueño Paul Vargas es vecino del emblemático aforo deportivo neoyorquino desde 1983 y asegura que no recuerda ver tanta desolación económica en ese vecindario de El Bronx.
“Mucha gente aquí depende de lo que pasa alrededor antes, durante y después de un juego. Tengo muchos amigos y conocidos que la están pasando mal. Aquí el coronavirus nod atacó por todas partes y todo indica que la recuperación será muy lenta. Este año ya no hay vida”, opinó Vargas.
El también boricua Israel Rodríguez, con 52 años viviendo de cerca cada temporada del beisbol y el “alboroto” de los alrededores del estadio, explicó que ya hay “muchos comerciantes arruinados”.
“¿A quién le van a vender? No hay la menor expectativa de que venga más gente. Todo esto por aquí en la avenida Jerome, Hightbridge, Councourse Village y la calle 161 es un área de El Bronx de clase trabajadora latina que ha sido la más castigada con esta crisis, incluyendo la del estadio”, concluyó Rodríguez.
¿Vuelta a las gradas?
- 20 o 30% de la capacidad del estadio con un distanciamiento de dos metros entre aficionados, es un escenario “a futuro” planteado por el dueño de los NY Yankees, Hal Steinbrenner, en esta irregular temporada de la Liga Mayor, si las autoridades de Salud lo autorizan.
- 54,251 aficionados es la capacidad del Yankee Stadium