Dieta sostenible: Un modelo de alimentación respetuoso con el medio ambiente
El mundo está cambiando y es necesario tomar medidas diferentes. Conoce todo sobre la alimentación sostenible y sus inmensas bondades para la salud y el medio ambiente
Hoy en día tenemos a la mano una larga lista de pautas alimentarias que principalmente son reconocidas por sus beneficios para perder peso. Sin embargo en los últimos meses la salud se ha vuelto el tema más importantes y es por ello que han surgido todo tipo de tendencias que son populares por sus propiedades terapéuticas.
Lo cierto es que el mundo está cambiando y es momento de crear una consciencia diferente. Siendo la contaminación global uno de los temas que más preocupan a nivel mundial y que se relaciona con consecuencias devastadoras para la salud humana y el planeta, cada vez con más fuerza diversos especialistas han enfatizado sobre el posible daño de las emisiones de gases de productos de desecho, inclusive se dice que son un factor que pondrá en riesgo la supervivencia humana en la próximas décadas. Este ha sido un tema preocupante para muchos y de cierta manera ha sido inspirador ver las medidas que se han puesto en marcha, de hecho las principales se relacionan directamente con la dieta. Una de las corrientes más populares es la dieta sostenible, un modelo de alimentación ejemplar.
¿Qué es la dieta sostenible?
En los últimos meses todo el mundo habla sobre el estilo de alimentación sostenible, esto se debe a que tiene como principal objetivo reducir la huella ecológica del ser humano en el planeta. Es una corriente que busca limitar el impacto negativo en el medio ambiente y es un estilo de vida que contribuye a conservar y regenerar los recursos naturales. Las principales maneras en las que busca lograrlo es empleando mucho menos energía y sobre todo eliminado el uso de productos químicos en las industrias alimenticias más importantes: la ganadería y la agricultura.
Teniendo en cuenta las declaraciones de científicos especialistas se estima que 9,000 millones de personas habitaran la tierra en el año 2050. Es un hecho que la demanda de alimentos aumentará considerablemente, si a esta proyección le sumamos el estilo de vida de la población occidental, el excesivo consumo de productos de origen animal, comidas rápidas y alimentos procesados, el panorama a futuro resulta algo preocupante.
Es por ello que surge la dieta sostenible, como una alternativa para vivir mejor y asegurar un mejor futuro a las próximas generaciones. Defiende la compra de alimentos autóctonos con el objetivo de disminuir los gastos del transporte internacional y mediante algunas directrices muy básicas propone reducir las emisiones de gases a la atmósfera.
Una de las grandes características de esta dieta se encuentra en la prioridad que le da al consumo de alimentos de origen vegetal, una gran cualidades que se trata de productos con una tasa de renovación muy superior a los de origen animal. Ya también por que si impacto sobre las cadenas de alimentación es mucho menor. Otra de sus genialidades es que es un estilo de vida que se basa en la compra de alimentos locales, frescos y de temporada. Esto no sólo es un aspecto básico en la nutrición y salud, es una gran manera de activar la economía local.
Adicionalmente este estilo de vida y alimentación se relaciona con una larga lista de beneficios terapéuticos, se relaciona con beneficios para acelerar el metabolismo, ayuda a tener un peso saludable, es un gran aliado en la prevención de enfermedades cardiovasculares y protege al cerebro. A la vez el consumo de alimentos de origen vegetal previene condiciones como el colesterol y azúcar alto, la hipertensión e inclusive beneficia el funcionamiento cerebral.
El consumo de este tipo de alimentos orgánicos y puros nos asegura la total absorción de los nutrientes que el organismo necesita para funcionar adecuadamente. Son alimentos de gran poder medicinal ricos en vitaminas, minerales, antioxidantes, fibra y compuestos fitoquímicos esenciales, se destacan por su gran poder antiinflamatorio.
Sin lugar a dudas una buena y accesible manera de aportar nuestro granito de arena para un mundo mejor. Lo mejor de todo es que es muy fácil unirte a esta manera de vivir y pensar. ¿Cómo lograrlo? Ya lo sabes: evita los alimentos procesados, consume local y orgánico, basa tu alimentación en productos de origen vegetal, no uses plástico y evita todo aquello que consideres contaminante.