9 alimentos que debes conservar fuera del refrigerador
No todos los alimentos se llevan bien con las bajas temperaturas de la nevera
Habitualmente vemos al refrigerador como el mejor sitio para la conservación de los alimentos. Sin embargo, hay algunos de ellos que se mantienen mejor en temperatura ambiente, como los que veremos a continuación.
1. Chocolate
Según un artículo del portal Saber Vivir, guardar chocolate en el refrigerador es un error importante porque, con el tiempo, hará que se forme sobre él una capa blanca que cambiará inevitablemente su sabor.
2. Tomates
Cuando está en temperatura ambiente, el tomate sigue desarrollando su proceso de maduración, y obtiene más componentes que incrementan su aroma y sabor. En la nevera, los tomates pierden sus propiedades.
3. Jamón serrano
El frío altera el aroma y sabor del jamón serrano. Sin embargo, si lo has rebanado, puedes guardarlo si utilizas un papel film para que quede casi envasado al vacío.
4. Pan
El sabor del pan se altera si lo guardamos en la nevera, razón por la que es preferible dejarlo en un lugar seco y fresco.
5. Ajo y cebolla
El ajo y la cebolla se endurecen y pierden sus propiedades en bajas temperaturas. Como el pan, deben estar en un sitio fresco y seco, pero también oscuro.
6. Melón
El melón pierde sus propiedades antioxidantes cuando se mantiene en la nevera, error que es bastante común de cometer. Lo mismo ocurre con la sandía.
7. Quesos curados
La mayoría de los quesos necesitan las bajas temperaturas para conservarse, al contrario de los curados. Incluso, si ellos se colocan en una nevera, pueden quedar resecos y agrietados.
8. Plátanos
Los plátanos no se llevan bien con el frío, y lo mismo ocurre con las otras frutas tropicales, que deben todas conservarse en temperatura ambiente.
9. Miel
Los componentes de la miel permiten que ella se conserve muy bien al aire libre, por lo que no es necesario meterla en el refrigerador, donde se puede cristalizar.
Al saber qué alimentos se conservan mejor dentro del refrigerador y cuáles no, podrás actuar en pro de una mejor conservación de los mismos, lo que repercutirá en la calidad de tu alimentación y, consecuentemente, en la de tu salud.