Los tres consejos para comer menos, avalados por Harvard
Perder peso es una importante medida de salud y bienestar. Moderar las porciones de comida juega un papel clave en obtener buenos resultados, vivir más y mejor
Hoy en día una de las herramientas más poderosas con las que contamos en términos de salud y bienestar, es el simple hecho de gozar de un peso saludable. Suena fácil, sin embargo sabemos que no siempre es tan sencillo como nos gustaría y en muchas ocasiones por más esfuerzos que realicemos no logramos los resultados que esperamos. Lo cierto es que tener el peso ideal engloba varios aspectos como la edad, el género, la complexión, el nivel de actividad física, condiciones de salud temporales o crónicas, el estrés y por supuesto la calidad en la alimentación.
Es cierto que la alimentación juega un papel fundamental, basar la dieta en el consumo de alimentos integrales, 100% naturales y de temporada es clave. Sin embargo existe un factor que muchas veces pasamos desapercibido y que se relaciona directamente con resultados deficientes: el control de las cantidades.
Teniendo en cuenta que uno de los aspectos primordiales para garantizar la pérdida de peso es asegurar un déficit calórico, se vuelve más sencillo entender que es muy probable que sin darnos cuenta estemos acostumbrados a comer más de lo que el cuerpo necesita.
La Escuela de Salud de Harvard es una de las fuentes más confiables en temas de salud y sobre todo en lo referente a un peso sano y balanceado. Con base en esto se dieron a la tarea de publicar los mejores y más prácticos consejos, avalados por especialistas en medicina y nutrición para no comer en exceso. Lo mejor de todo es que son muy fáciles de aplicar y con constancia se volverán parte de un estilo de vida que traerá inmensas bondades de salud.
1. Evita los alimentos con “S”
Mucho se ha hablado sobre el consumo de alimentos procesados y sus nocivos efectos para la salud. Si bien su composición puede variar en muchas ocasiones son consideradas comidas con un alto contenido en calorías, un nulo valor nutricional y muchos conservadores. Entre los más preocupantes que se relacionan con afectaciones en la salud general y el peso, se encuentran aquellos con un alto contenido en azúcar y sal (ambas palabras en inglés empiezan con “s” sugar y salt). Es importante saber que esto no sólo se enfoca en el consumo de alimentos procesados y comidas rápidas, también es clave vigilar las cantidades que añadimos a los platos que cocinamos en casa y procurar sustituirlos con alternativas más saludables como es el caso de las hierbas de olor y las especias. Recuerda que un alto consumo en comidas procesadas con mucha azúcar y sal, es uno de las principales causas de un incremento en el apetito y debido a su composición pueden volverse altamente adictivas. También se relacionan no sólo con el aumento de peso, se derivan en retención de líquidos, estreñimiento, inflamación y mayor grasa abdominal.
2. Sirve los alimentos en la cocina y dedica el tiempo necesario a “comer”
En ocasiones especiales es maravilloso preparar la mesa para disfrutar en familia y colocar grandes platones de comida para que todos se sirvan al gusto, es popularmente llamado “family style”. Sin embargo una de las principales recomendaciones de Harvard es evitar este tipo de prácticas de manera cotidiana, ya que el famoso tenedor libre hace que las porciones incrementen. La sugerencia es servir los platos de manera controlada desde la cocina, de está manera evitaremos repetir porciones y también es importante siempre acompañar las comidas con una porción abundante de ensalada. Otro aspecto vital es darle el tiempo que amerita a simplemente comer, estamos muy acostumbrados a todo tipo de distracciones: ver tv, estar en el celular o leer, lo cierto es que nos distrae de las porciones y de darnos el espacio necesario para disfrutar los alimentos. También recuerda la importancia de comer despacio y masticar bien.
3. Aprende a diferenciar los antojos, la sed y el hambre
Harvard explica la importancia de conocer nuestro cuerpo y aprender a identificar sus necesidades. Uno de los datos más interesantes que reportan en su ensayo, es que en muchas ocasiones confundimos la sed con el hambre y esto de manera automática nos lleva a comer snacks que aumentan el aporte calórico diario (sobre todo aquellos que no son saludables). Una buena recomendación antes de comer cualquier cosa es beber un vaso grande de agua fresca, si el hambre continúa evita a toda costa el consumo de alimentos procesados y opta por una porción de fruta, verduras o un puñito de frutos secos.
Suenan muy simples y lo son, poner en práctica estas recomendaciones es una infalible alternativa para conocernos más y aprender a controlar los impulsos y mecanismos a los que hemos acostumbrado al cuerpo. Complementario a este recuerda la importancia de consumir alimentos integrales, abundantes frutas y verduras, proteínas de alto valor biológico y comidas ricas en fibra como los cereales de grano entero y las legumbres. Es esencial realizar actividad física, beber mucha agua, controlar los niveles de estrés y dormir bien.