5 alimentos que pueden matarte
Unos gramos de estos alimentos pueden intoxicarte y provocarte hasta la muerte
Desde una “inocente” papa con brotes, unos gramos de más de nuez moscada o unas semillas de durazno podrían llevarte desde el vómito y los mareos hasta alucinaciones, convulsiones, taquicardia y hasta la muerte.
Semillas de durazno y chabacano
La amigdalina es una sustancia que se encuentra en los granos de frutos de las especies de Prunus -como la ciruela, cerezas, durazno y el chabacano o albaricoque– que produce cianuro de hidrógeno después de la ingestión. Cuando se ingiere en cantidades suficientes, causan envenenamiento por cianuro.
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) señala que la dosis letal es de 0.5 a 3.5 mg por kilogramo de peso corporal. Comer más de tres granos de chabacano pequeños crudos o menos de la mitad de un grano grande, puede exceder los niveles seguros.
La fruta no se ve afectada
El consumo normal de los duraznos no representa un riesgo para la salud de los consumidores. El grano es la semilla del interior del hueso. Se obtiene al abrir y quitar la cáscara del hueso y, por lo tanto, no tiene contacto con la fruta.
Papas con brotes
Las papas con brotes elevan su producción de solanina y chaconina, sustancias químicas que pueden intoxicar y causar la muerte en casos de toxicidad aguda.
Los síntomas incluyen náuseas, diarrea, vómitos, dolor de estómago, ardor de garganta, dolores de cabeza y mareos.
Comer papas germinadas durante el embarazo también puede aumentar el riesgo de defectos de nacimiento en el bebé señalan algunos estudios.
No es recomendable comer patatas verdes o aquellas que hayan comenzado a brotar. Eliminar los brotes y el área verde de la cascara, además de freírlas reduce la posibilidad de una reacción tóxica. Nunca comas una papa con crecimiento extenso de brotes y manchas verde oscuro.
Para saber más: ¿Por qué puedes envenenarte al comer las papas con brotes?
Yuca
Hay variedad dulce y variedad amarga; ninguna debe consumirse cruda. El tubérculo también conocido como mandioca, guacamota o casava, tiene una sustancia que libera cianuro de hidrógeno.
La mayor cantidad de sustancias venenosas se encuentra en la yuca amarga, no solo en la cáscara del tubérculo, sino en su carne.
La yuca dulce cruda contiene menos de 50 mg de cianuro de hidrógeno por kilogramo, mientras que las raíces de yuca amarga pueden contener hasta 400 mg por kilogramo.
Para saber cómo diferenciarlas y su preparación segura: Cianuro en la yuca: lo que debes saber
Nuez moscada
La ingestión en grandes cantidades de nuez moscada puede causar intoxicación grave e incluso mortal con síntomas que van desde las náuseas, visión doble y boca seca, hasta taquicardia, alucinaciones y convulsiones.
La sustancia causante de la toxicidad es la miristicina, aceite que proviene de la semilla de la nuez moscada, y otros componentes como la elemicina, también pueden estar involucrados. No se recomienda el consumo mayor a 10 gramos.
Reportes hospitalarios señalan que los síntomas de intoxicación comienzan de tres a seis horas después de la ingestión de altas dosis de nuez moscada. La sintomatología más fuerte se observa en aquellos casos en que la ingesta supera los 18 gramos de polvo de nuez.
Para saber más: ¿Sabías que la nuez moscada puede ocasionarte alucinaciones y convulsiones?
Almendras amargas
Las almendras amargas no son seguras para comer. Las almendras amargas contienen una toxina conocida como glucósido amigdalina. Cuando se ingiere, esta toxina se descompone en varios compuestos, incluido el cianuro de hidrógeno, compuesto que puede causar la muerte
Las almendras dulces tienen algo de amigdalina, pero en cantidades pequeñas que son insuficientes para producir cantidades peligrosas de cianuro de hidrógeno.
Las almendras amargas contienen 50 veces más cianuro por kilogramo que las almendras dulces, según estudios de laboratorio de toxicología. Comer 50 almendras amargas puede ser mortal.
Si has estado expuesto a una pequeña cantidad de cianuro, puedes experimentar mareos, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, respiración rápida y frecuencia cardíaca rápida.