“Donde come uno, comen dos”, recurso durante la pandemia de empresarios latinos
La crisis está poniendo en aprietos a unos emprendedores que encuentran apoyo entre ellos
Cuando María Palacio se dio cuenta de que en EE UU estaba pagando hasta $5 por café empezó a hacer cuentas. ¿Cómo era posible que su familia caficultores de varias generaciones en Colombia ganaran tan poco de ese café?. Su propio padre, quien con el resto de la familia le había animado a estudiar en EEUU, había perdido los cafetales. “Había que rediseñar una cadena de café sostenible “, dice.
Ese fue el origen de una empresa Progeny Coffee que comenzó agrupando a agricultores, trazando el camino del café, eliminando intermediarios e incluso ofreciendo la posibilidad de ser el mecenas de un cafetero mediante compras. La abrió con su esposo en Silicon Valley.
“Necesitábamos volumen alto de ventas y empezamos a venderlos al por mayor a empresas de tecnología como Google y Facebook”, explica Palacio antes de añadir que a la empresa le iba bien, con una distribución fuerte y un partenariado con una empresa española.
Y llegó el COVID-19.
“Nos volteó todo a todos, sentimos un impacto muy grande”, dice por teléfono mientras se oye a una bebé de fondo, su segunda hija, nacida durante la cuarentena. Palacio dice que no ha podido tener periodo de licencia por maternidad porque realmente ha estado tratando de mantener la empresa a la que se le han caído las ventas un 97% durante la pandemia.
El trabajo desde casa de los empleados de las compañía de tecnología ha dejado todos los contratos “en pausa”, explica esta colombiana.
Mensaje en WhatsApp
Progeny Coffee tuvo que reinventarse y para ella la clave ha sido “la comunidad latina”. En particular la que tiene en el WhatsApp de su teléfono que comparte con unos 70 empresarios que como ella participaron del programa de formación para dueños de negocios de Stanford Latino Entrepreneurship Initiative, SLEI.
Al comentar por este medio lo que estaba pasando con su empresa, Mónica Hernandez de Mas Global Consulting le preguntó, “¿qué puedo hacer por ti?”.
Hernández montó un equipo para crear gratis la página de comercio electrónico para que Palacio pudiera dar un giro a su negocio y llevarlo directamente al consumidor. “Le dije que tenía que hacer suscripciones y en una semana su equipo de desarrollo lo hizo. Pregunté por ayuda para marketing y otro miembro del grupo ofreció ayuda también. Ha sido un apoyo increíble”.
“A pesar de los continuos problemas los dueños de negocios latinos están ayudándose y dando muestras de resiliencia al compartir información recursos”, explica el segundo informe con el que el SLEI está haciendo seguimiento del impacto de la pandemia en los negocios latinos. “Como se dice en español, donde come uno, comen dos, una filosofía a la que se adscriben muchos latinos para tender una mano a otros mientras navegan sus propios retos”.
En este informe, que sigue al que se hizo en marzo, se observa que la situación de Palacio no es inusual. El 74% de los negocios en manos de latinos están viendo caer sus ingresos por ventas cuando en marzo era el 31%. La proporción de los que están viendo retrasos en sus proyectos se ha triplicado desde entonces. El 83% de los negocios latinos dice que está experimentando efectos entre modernos y negativos, algo menos que en marzo debido a la apertura de la actividad económica que se produjo en mayo y junio.
Uno de los problemas con los que lidian los empresarios latinos –, incluso los que han escalado como los de Stanford y tienen más de un millón de dólares en ventas–, es que la mayoría operan en sectores fuertemente golpeados por la pandemia como los servicios de comidas o la construcción. Por ejemplo, solo el 3% de los negocios latinos están en el negocio de finanzas y seguros sobre el que el impacto de la pandemia es negativo en un 15% y no el 71% como en el de restaurantes o bares.
Dos millones de empleos
Otro de los problemas que señala el informe es que solo el 16% de los negocios latinos escalados pueden sobrevivir más de seis meses con el dinero que tienen actualmente en caja. “La falta de dinero puede resultar en la pérdida de unos dos millones de empleos si estos empresarios tienen que cerrar antes de fin de año”.
La vulnerabilidad es mayor a medio y largo plazo que la de los negocios en manos de empresarios blancos y Marlene Orozco analista de SLEI explicaba que aunque en la escalada las circunstancias de los emprendedores se igualan “hay desigualdades históricas porque los latinos usan muchos fondos propios, hay un distinto tipo de financiación”.
El informe señala que los préstamos PPP del SBA han llegado a menos empresarios latinos por más que estos tengan mucho interés en ellos. Orozco explica que en cierta medida el éxito en la tramitación ha dependido de la relación que puedan tener con los bancos a nivel personal. Los latinos tienen más facilidad para establecer estas relaciones con bancos comunitarios o e instituciones locales aunque estas tienen menos capacidad de financiación.
A Palacio le denegaron el PPP dos veces participó del ICA Fund Goods Jobs y recibió dinero de una ayuda de Pepsi. Le sugirieron que pidiera el PPP en un CDFO (Fondo de Ayuda de Desarrollo Comunitario) y ha podido con ello mantener a sus 10 empleados. “A corto plazo, mantener a los empleados es lo que más me preocupa”, afirma.
Progeny Coffee está creciendo en su negocio a clientes y sus ventas a los supermercados ha subido un 30%. “Nos tenemos que adaptar a un mercado distinto que hay que entender”. Pero Palacio dice que aún no operan con rentabilidad. “Necesitamos capital y es difícil ahora hacer proyecciones para los bancos, cuando se abre y se cierra la actividad. El virus no miró los planes de negocios de nadie”.
Ayudas fiscales
El reloj está marcando sonoros tic tac para la economía de EEUU, muchas de las ayudas se han acabado y el sostén fiscal que se habilitó con el CARES Act ha dejado de funcionar para los desempleados pero también las pequeñas empresas.
El sábado fue el último día para solicitar el préstamo PPP y muchos negocios latinos se han quedado sin ello o no ha podido optar cuando la ayuda es esencial, según Marlene Orozco a la vista de los datos del informe del SLEI.
“Es urgente el apoyo financiero, flexible, incluyendo el pago de la renta o un porcentaje de la caída de los ingresos”, explicaba de los préstamos PPP que son perdonables cuando se usaban en pagar a empleados y después se amplió a un porcentaje de alquiler.
Orozco cree que es básico que se proteja también a empresarios sin empleados con recursos de desempleo. De momento, hoy, Washington está parado.