Meghan Markle experimentó en carne propia cómo es un secuestro
El ensayo fuer parte de su formación institucional
Poco después de que se confirmara oficialmente su compromiso matrimonial con el príncipe Enrique, con quien ahora disfruta del pequeño Archie y de su condición de duquesa de Sussex, Meghan Markle tuvo que seguir los mismos pasos que su cuñada Catalina, esposa del príncipe Guillermo, y someterse a un duro entrenamiento concebido para que estuviera totalmente preparada de cara a cualquier eventualidad ligada a su futuro como miembro de la realeza británica.
Uno de estos llamativos ‘cursos’, como se desprende de la ya mediática biografía ‘Finding Freedom’ publicada por los periodistas Omid Scobie y Carolyn Durand, implicaba la participación de soldados de élite de la fuerza área del ejército británico, el SAS, y la ejecución de un “simulacro de secuestro” para que la antigua actriz supiera perfectamente cómo actuar en el caso de ser maniatada y amordazada, amén de otras prácticas denigrantes, por un grupo de terroristas.
“La formación que han de recibir todos los miembros de la familia real, con excepción de la reina, se lleva a cabo en el cuartel general del SAS en Hereford y consiste en preparar exhaustivamente a los royals de cara a hipotéticas amenazas de alta seguridad, entre las que se incluyen secuestros, tomas de rehenes y atentados terroristas”, reza un extracto de la obra que llegó a las tiendas ayer martes.
En este sentido, Meghan tuvo que padecer en sus propias carnes las horribles sensaciones -creadas ex profeso para ella- que produciría el ser abordada por una serie de agresivos extraños e introducida en la parte trasera de un coche para ser trasladada a una ubicación desconocida. Asimismo, la ahora duquesa tuvo que ser testigo de cómo varios soldados de este cuerpo especial irrumpían en su celda para rescatarla y, en su caso, acabar con sus captores.
Por otro lado, Meghan Markle también recibió instrucciones muy precisas sobre dinámicas algo más relajadas, pero igualmente importantes, de su futuro como representante de primer nivel de la regia casa Windsor, ya fueran las relativas a la entrada y salida de los vehículos oficiales, a las estrictas reglas que marcan las reverencias a la soberana y a la forma más apropiada de referirse a otros miembros de la corona.
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