4 aspectos que complican el nuevo cheque de estímulo
Es posible que el segundo paquete de ayuda por coronavirus quede estancado
El escenario para la aprobación de un nuevo paquete de estímulo contra la crisis por coronavirus se ha complicado más, debido a la batalla por el nombramiento para la Corte Suprema, tras la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg.
El presidente Donald Trump tiene urgencia de que se apruebe un plan, al grado que respalda el proyecto de $1.5 billones de dólares, el cual fue presentado la semana pasada por un grupo bipartidista del Congreso.
1. Presupuesto
El Gobierno federal, a traves del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, tiene como prioridad asegurar la extensión del presupuesto para los primeros tres meses del año fiscal 2021, que comienza en octubre.
Las negociaciones con los demócratas no pueden –o no deberían– extenderse más allá de inicios de la siguiente semana, ya que el 30 de septiembre termina el actual año fiscal y hay riesgo de un cierre de Gobierno.
Los demócratas enviarían un pésimo mensaje en caso de condicionar la ampliación del presupuesto al nuevo paquete de estímulo, además de darle al presidente Trump herramientas para acusar a sus oponentes de obstrucción y beneficiarse electoralmente de ello.
2. Suprema Corte
Siguiendo la nueva línea del presidente Trump, la mayoría del Senado, liderada por Mitch McConnell (Kentucky), se enfocaría a la audiencia y posible aprobación de la nominación del mandatario.
Al menos dos republicanas, Susan Collins (Maine) y Lisa Murkowski (Alaska), rechazaron apoyar la votación, pero todavía es pronto para determinar que serán las únicas en considerar que quien gane las elecciones deberá elegir quien supla a la jueza Ginsburg.
Hay tres posibles candidatas, pero debido a la posición que actualmente ocupa en el Séptimo Circuito de Apelaciones, la jueza Amy Coney Barrett, lidera la contienda.
3. Tres planes distintos
El proyecto de $1.5 billones de dólares se sumó a dos propuestas concretas de paquete de estímulo: el de $1.3 billones de dólares del Gobierno federal y el de $2.2 billones de dólares de los demócratas.
Pelosi envió un mensaje positivo al “autorizar” a 25 congresistas de su bancada de impulsar el nuevo proyecto bipartidista, pero los republicanos tienen menor resplado de McConnell, aunque eso podría cambiar considerando el apoyo que el presidente Trump brinda a la propuesta.
De cualquier modo, los primeros dos puntos son prioritarios en la agenda congresista.
4. Campañas
El 9 de octubre es el último día de sesiones del Senado y será complicado que los representantes y senadores en contienda se mantengan lejos de sus distritos, donde deberán hacer campaña para el 3 de noviembre.
Pelosi afirmó que los integrantes de la Cámara estarían en sesión permanente, pero dado el proceso electoral tan cercano eso es improbable después del 2 de octubre, ya que su propio calendario marca “trabajo en los distritos”.