Los inversionistas apuestan apenas el 2.6% de su capital en empresas fundadas por negros y latinos
El avance en los últimos años ha sido muy lento lo que elimina oportunidades para estos emprendedores
Las empresas que está fundadas por negros y latinos siguen teniendo muchas dificultades para atraer la atención del capital privado. El llamado capital riesgo para financiar sus operaciones.
De acuerdo con un informe publicado por la base de datos Crunchbase, en 2020 las empresas formadas por estas dos minorías han podido captar hasta agosto $2,300 millones, el 2.6% del total que se ha movido en financiación.
Muchos empresarios de start ups latinas revelan que esta es una de las cuestas más empinadas que tienen que subir cuando quieren sacar adelante sus negocios. Tradicionalmente los inversionistas son blancos y suelen fijarse en propuestas de empresarios que se parecen a ellos y que se dirigen a su mercado. Las mujeres, latinas o no, tienen frente a ellas también una brecha a la hora de obtener financiación.
El informe, recientemente publicado, revela que 2020 — un año complicado por la recesión provocada por la COVID-19– es el segundo ejercicio en el que declina la cantidad destinada a estas empresas después de que se llegara al pico en 2018 con $4,000 millones en 435 acuerdos. Ese mismo año fue cuando más dinero se puso en el mercado en financiación de empresas en general en EE UU, $141,000 millones.
En 2019 se cerraron algunas rondas más de financiación pero por una cantidad menor.
Desde 2015 se han captado unos $15,000 millones por parte de las empresas fundadas por negros y latinos, es decir que estos empresarios solo han podido hacerse con el 2.4% del capital privado necesario para que una idea se transforme en una empresa y posteriormente crezca. Incluso las empresas latinas que han se consideran escaladas, es decir que facturan más de $1 millón, suelen comenzar su andadura con dinero que se ha conseguido de familias y amigos.
El informe de Crunchbase revela que la mayor parte de los acuerdos de financiación tienen lugar en el área de Sn Francisco y Nueva York, donde emergen buena parte de las empresas de tecnología y tienen su sede los inversionistas. Para los latinos en particular, los mejores estados para conseguir capital son, por este orden, California, Massachusetts y Nueva York.
Testimonio de que entre las minorías muchas más mujeres optan por el empresariado, el informe recoge que el 36% de las empresas que consiguen financiación tienen una fundadora negra o latina. En el caso del resto de razas y etnias este porcentaje femenino baja hasta el 21.
Los fundadores de New Age Capital, un nuevo fondo de inversionistas que quiere dedicar inversores institucionales a estas empresas explican en el informe que captar más de $1 millón en la fase llamada semilla (la inicial en el lanzamiento de una empresa) es el momento más complicado para fundadores de comunidades infrarrepresentadas en este mundo.
“Esta es la fase en la que las métricas importan menos y los empresarios son juzgados por criterios subjetivos. Los fundadores negros y latinos experimentan el rechazo de los inversionistas en este momento porque no cuadran concierto perfil”, explican en esta firma.
Cuando no se alcanzan ciertas cantidades en la fase semilla, las posibilidades de dar el paso adelante en las siguientes es más limitada, se suele captar menos dinero.
Pero los retos empiezan antes porque el primer capital con el que empieza a andar una idea llega de fondos propios o de familiares y amigos. En este sentido la red de patrimonio que rodea a los fundadores pertenecientes a grupos minoritarios es notablemente más baja que la de los blancos.
Hamilton Project verifica que el patrimonio de una familia blanca es casi 10 veces mayor que el de una familia negra. Es decir que la desigualdad con la que se parte en las comunidades marca el camino reduciendo la exposición a mayores fuentes de capital y con ello a oportunidades para crecer.
Empresas como Finix, Honest Company (de la actriz Jessica Alba), Brex, Duoligo, Outreach, AuthO y BetterUp, son algunas de las empresas latinas referidas en este informe como ejemplos en distintas fases de captación de capital.
El informe señala en sus conclusiones que el avance a una financiación más equilibrada está siendo muy lenta pese al esfuerzo comunitario y el lanzamiento de empresas de capital riesgo más diversas.
“La realidad es que hay mucho que hacer para asegurar que los fundadores infrarrepresentados tengan acceso a las mismas oportunidades que tienen los que no pertenecen a un grupo minoritario” y eso es algo a lo que hay que llegar porque “invertir en negocios, fondos y organizaciones que reflejen la diversidad no solo es un imperativo ideológico sino también importante fiscalmente”.