Contra todo mal: Descubre los inigualables beneficios medicinales de la sopa de ajo

El aliado perfecto para hacer frente a la temporada de frío. Medicinal sopa de ajo para fortalecer al sistema inmune, prevenir enfermedades e infecciones y beneficiar la salud cardiovascular

Sopa de ajo

El consumo de ajo puede traer como consecuencia que el olor de tu orina se modifique. Fuente; Pixabay Crédito: Imagen de ilgag en Pixabay | Pixabay

La naturaleza es sabia y pone a nuestro alcance alimentos de gran potencial terapéutico, que son un gran aliado de la salud. Es por ello que actualmente estos “superalimentos” son considerados una fiel herramienta nutricional, para combatir enfermedades y fortalecer al organismo. El ajo se encuentra en la lista como uno de los alimentos más saludables que existen y llama de manera especial la atención por sus propiedades antibacterianas naturales. No en vano se cuenta con más de 5,000 referencias científicas que avalan las maravillas nutricionales y medicinales del ajo, las cuales se relacionan en gran parte con su equilibrado aporte en nutrientes y compuestos azufrados únicos.

De hecho se cuenta con un estudio liberado en el 2012, en el cual se comparó el poder del sulfuro de dialilo (el compuesto activo del ajo), con dos antibióticos comunes para matar la bacteria patógena Campylobacter jejuni. Los resultados fueron contundentes, ya que se comprobó que el compuesto de ajo es mucho más eficaz. Con base en lo anterior el ajo resulta un ingrediente fundamental para hacer frente a los cambios de temperatura que trae consigo el frío invierno, sobre todo es un aliado infalible para fortalecer al sistema inmunológico y prevenir enfermedades causadas por virus y bacterias. Todo de manera natural y sin efectos secundarios para el organismo.

En los últimos años ha llamado de manera especial la atención el consumo de ajo como remedio en ayuno, para tratar todo tipo de males. Sus bondades se relacionan con cualidades para regular los altos niveles de colesterol, beneficiar la salud cardiovascular, proteger al sistema respiratorio, equilibrar los altos niveles de presión arterial y combatir todo tipo de infecciones. Sin embargo para muchos resulta bastante violento iniciar el día con una bebida concentrada en ajo, es por ello que la sopa de ajo resulta una extraordinaria y fácil alternativa de consumirlo; sobre todo en temporada de otoño e invierno, que baja la temperatura y aumenta el riesgo de contraer enfermedades virales. El ajo se destaca por su contenido en compuestos muy especiales y medicinales: la garlicina, aliína o sulfóxido de alilcisteína, que al ser hidrolizada por la aliinasa produce alicina. Está última sustancia es la responsable de darle al ajo su característico sabor y olor, y tiene la peculiaridad de transformarse en disulfuro de alilo y otros compuestos azufrados volátiles que son los principales responsables de los efectos beneficiosos.

Mucho se ha dicho sobre la manera y las cantidades correctas de consumir ajo. Si bien, se cuenta con referencias que señalan que es mucho más relevantes consumirlo crudo, hoy en día tenemos a la mano extraordinarias alternativas para integrarlo noblemente en la dieta y así disfrutar de sus propiedades curativas. Sin lugar a dudas una de las principales genialidades que ofrece la sopa de ajo, para obtener su gama completa de beneficios, es crear una estrategia mixta en el proceso de elaboración. Es por ello que está versión de sopa de ajo se centra en fusionar dos presentaciones: ajo asado/rostizado y finas rebanadas de ajo fresco, las cuales se agregan al gusto y al final de la preparación. Lo cual se agradece teniendo en cuenta que cuando hablamos de ajo hay límites muy personales, existen personas que son muy tolerantes a su potente e intenso sabor y otras que lo digieren muy poco. Lo maravilloso de está sopa es que puedes personalizarla y disfrutarla, recuerda no se trata de sufrir sino de nutrirte y fortalecer al organismo a través de la alimentación.

Receta de sopa medicinal de ajo:

Ingredientes:

  • 2 cebollas fileteadas y caramelizadas
  • 4 cabezas de ajo asadas
  • 1.5 litros de caldo de vegetales o pollo
  • 2 hojitas de laurel
  • 2 ramitas de romero
  • Sal y pimienta blanca, al gusto
  • Rebanadas muy finas de ajo crudo, al gusto

Modo de elaboración:

  1. El primer paso es asar los ajos, con el método básico de tostado. Permite que se enfríen un poco y retira los dientes de ajo de sus cáscaras.
  2. Vierte el caldo en una cacerola grande y permite que hierva.
  3. Mientras tanto filetea las cebollas y agrega una cucharada de aceite de oliva en un sartén amplio. Cuando este bien caliente vierte las cebollas y cocina a fuego medio-alto hasta que se vuelvan translúcidas y comiencen a caramelizarse. Cuando estén ligeramente doradas, retira del fuego.
  4. Agrega los ajos asados y las cebollas caramelizadas al procesador de alimentos o vaso de la licuadora. Procesa hasta obtener un puré suave.
  5. Vierte el puré en el caldo hirviendo, agrega el laurel y el romero. Mezcla muy bien hasta que se integren todos los ingredientes, condimenta con sal y pimienta blanca al gusto. Permite que la sopa hierva a fuego bajo, reposa por 10 minutos adicionales y retira las hierbas.
  6. Sirve bien caliente, agrega ajo fresco en la superficie y si lo deseas un toque de queso parmesano, le va de maravilla.

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